China está preparando una ambiciosa misión espacial para estudiar los polos del Sol, un área poco explorada por las complejidades de la órbita y la inclinación necesarias para observar esas regiones.
El Observatorio de Órbita Polar Solar, cuyo lanzamiento está previsto para 2029, se posicionará fuera del plano de la eclíptica, lo que permitirá realizar observaciones inéditas sobre los ciclos de actividad y los vientos solares.
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Un enfoque innovador en la observación solar
El observatorio de la Agencia Espacial China (CNSA) tiene como objetivo proporcionar una visión única de los polos solares.
Este tipo de órbita, inclinada respecto al plano principal del sistema solar, ofrece una perspectiva crucial para entender los misterios del campo magnético solar y su influencia en los vientos solares, fenómenos que afectan tanto al clima espacial de la Tierra como a su infraestructura tecnológica.
Para alcanzar su órbita ideal, el observatorio empleará una maniobra de asistencia gravitacional utilizando a Júpiter. De este modo, modificará la trayectoria de la nave espacial, posicionándola en una órbita con alta inclinación alrededor del Sol.
Esta técnica es crucial, ya que solo unas pocas naves lograron abandonar el plano de la eclíptica. Entre ellas, se destaca la misión Ulysses, que en 1990 realizó observaciones a 80 grados respecto al plano de la eclíptica.
Se espera que el nuevo observatorio de China orbite alrededor del Sol a una inclinación de entre 60 y 70 grados, ángulo que permitirá que el satélite observe los polos solares de manera continua, brindando una visión frontal que hasta ahora no había sido posible.
Instrumentos de vanguardia para explorar los polos del Sol
El observatorio estará equipado con una serie de instrumentos científicos diseñados para medir la actividad solar de manera detallada.
Por un lado, un Imaginador Magnético y Heliosísmico analizará el campo magnético del Sol y sus oscilaciones internas.
Luego, un Telescopio Solar de Ultravioleta Extremo captará emisiones solares de alta energía, un indicador clave para entender la actividad y las erupciones solares.
Dos Coronógrafos permitirán realizar observaciones detalladas de la corona solar y de las estructuras que conforman el viento solar.
Por su parte, un Espectrómetro de Radio de Baja Frecuencia investigará las ráfagas de radio generadas por el Sol.
Y, finalmente, un Telescopio de Imágenes de Rayos X estudiará eventos solares de alta energía como las tormentas solares y las eyecciones de masa coronal.
A estos equipos se sumarán instrumentos in situ, que medirán directamente las propiedades del viento solar y el campo magnético interplanetario.
El Plan Nacional de Desarrollo Científico Espacial y la contribución de China al estudio solar
Este ambicioso proyecto es parte del Plan Nacional de Desarrollo Científico Espacial de China para el período 2024-2050.
Publicado en 2024, el plan incluye iniciativas para reforzar la capacidad del país en meteorología espacial y promover estudios más profundos del Sol.
El Observatorio de Órbita Polar Solar no será el primer esfuerzo de China en la exploración del Sol. Desde el lanzamiento del Explorador Solar Chino H-alpha (CHASE) en 2021, la potencia oriental ha avanzó en el estudio de nuestra estrella, observando sus actividades mediante diferentes longitudes de onda.
En 2022, la sonda ASO-S (Kuafu-1) se dedicó a investigar fenómenos como las eyecciones de masa coronal y el campo magnético solar, marcando otro paso significativo en la comprensión del Sol.
Con esta nueva misión, China busca consolidarse como un jugador clave en la investigación espacial, aportando datos esenciales sobre el comportamiento del Sol y su influencia sobre el sistema solar, en particular sobre la Tierra.
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