China refuerza su infraestructura de comunicaciones satelitales con el exitoso lanzamiento del ChinaSat-10R, un satélite diseñado para reemplazar al veterano ChinaSat-10. El lanzamiento tuvo lugar en Xichang, a bordo de un cohete Long March 3B.
Aplicaciones y cobertura del nuevo ChinaSat-10R
La Corporación de Ciencia y Tecnología Aeroespacial de China (CASC) confirmó el éxito de la misión y reveló la identidad de la carga útil. La Fuerza Espacial de los Estados Unidos posteriormente catalogó al satélite en una órbita de transferencia geoestacionaria (GTO).
Según CASC, el ChinaSat-10R prestará servicios de telecomunicaciones en China y en diversas regiones vinculadas a la Iniciativa de la Franja y la Ruta. Tiene aplicaciones en sectores clave como el transporte, la respuesta a emergencias, la energía, la silvicultura y la gestión de pastizales.
Sin embargo, no se divulgaron detalles sobre la plataforma satelital DFH en la que está basado ni especificaciones sobre los transpondedores y bandas de frecuencia, elementos clave para comprender su capacidad operativa.
Un reemplazo estratégico para el ChinaSat-10
El ChinaSat-10, predecesor de este nuevo satélite, inició sus operaciones en 2011, ubicado en la posición orbital de 110,5 grados Este en la banda geoestacionaria, a 35.786 km sobre el ecuador. La renovación de esta infraestructura refuerza la estrategia de China de expandir su influencia geopolítica mediante la diplomacia satelital y mejorar su capacidad de telecomunicaciones.
El nuevo satélite fue construido por la Academia China de Tecnología Espacial (CAST), y será operado por China Satcom.
Entre los servicios de comunicaciones ofrecidos se encuentran la transmisión televisiva, la conectividad a internet, la radio, las comunicaciones seguras para el sector militar, las redes VSAT (Very Small Aperture Terminal) y las telecomunicaciones móviles.
China acelera su ritmo de lanzamientos
Entre sus futuras misiones, el Long March 3B está programado para lanzar la misión Tianwen-2, que recuperará muestras de un asteroide cercano a la Tierra y posteriormente se dirigirá a un cometa del cinturón principal.
Este fue el octavo lanzamiento orbital de China en lo que va del año. Destaca entre ellos el vuelo inaugural del cohete Long March 8A el pasado 11 de febrero, que puso en órbita un segundo lote de satélites de la megaconstelación Guowang.
Entre los próximos hitos del programa espacial chino figuran los lanzamientos tripulados Shenzhou-20 y Shenzhou-21, así como una nueva misión de reabastecimiento de carga Tianzhou hacia la estación espacial Tiangong. También podrían debutar nuevos cohetes de la serie Long March y posiblemente sistemas comerciales reutilizables.
En el corto plazo, se espera a fines de febrero el lanzamiento del cohete Ceres-1 de la empresa Galactic Energy desde el cosmódromo de Jiuquan, y de un Long March 2C, con una carga útil aún no revelada.
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