El Reino Unido incrementará su presupuesto de defensa al 2,5 % del producto bruto interno (PBI) para 2027, según confirmó el primer ministro Sir Keir Starmer en una declaración ante la Cámara de los Comunes. Este aumento, el más significativo desde el final de la Guerra Fría, se financiará parcialmente mediante un recorte en el presupuesto destinado a la ayuda y el desarrollo internacional.
Starmer destacó la necesidad de reforzar la capacidad defensiva del país en un contexto de creciente inestabilidad global. “Debemos encontrar el coraje en nuestra historia, en quiénes somos como nación, porque el coraje es lo que nuestra era actual demanda de nosotros”, afirmó el líder laborista durante su intervención parlamentaria.
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La decisión implica un aumento anual de 13.400 millones de libras esterlinas a partir de 2027. Para financiar este gasto, el gobierno británico reducirá el presupuesto de ayuda exterior del 0,5 % al 0,3 % del PBI, una medida que ha generado debate tanto en el ámbito político como en el sector humanitario.
La iniciativa de Starmer también se enmarca en su compromiso con la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), a la que describió como “la base de nuestra seguridad”. Además, criticó las políticas del presidente ruso Vladimir Putin, subrayando que “los tiranos solo responden ante la fuerza”.
Este anuncio se produce en vísperas de la reunión de Starmer con el presidente estadounidense Donald Trump en la Casa Blanca. El primer ministro británico adelantó que buscará fortalecer la relación bilateral con Estados Unidos, destacando que quiere llevarla “de fortaleza en fortaleza”.
La promesa del Partido Laborista de elevar el gasto en defensa ya figuraba en su manifiesto, aunque hasta ahora no se había definido un cronograma claro para alcanzar dicho objetivo. Anteriormente, el gobierno británico había condicionado el aumento a los resultados de una revisión del gasto en defensa programada para la primavera.
El ascenso de Trump al poder en enero ha intensificado la presión sobre los gobiernos europeos para que incrementen inmediatamente sus presupuestos de defensa. El presidente estadounidense ha instado a los países de la OTAN a elevar sus inversiones hasta el 5 % del PBI, un nivel que no se alcanzaba desde la Guerra Fría.
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