El módulo Blue Ghost de Firefly Aerospace completó con éxito una maniobra clave para su aterrizaje en la Luna, previsto para el 2 de marzo.
Ajustes orbitales y el sobrevuelo sobre el lado oculto de la Luna
En la madrugada del 19 de febrero, la nave ejecutó un encendido de 3 minutos y 18 segundos que la trasladó de una órbita altamente elíptica a una trayectoria más baja y cercana a la superficie lunar.
Esta maniobra, fundamental para la fase final de la misión, permitió reducir la excentricidad de la órbita y mejorar la precisión del descenso.
Tras la corrección orbital, Blue Ghost sobrevoló el lado oculto de la Luna a 120 km de altitud y capturó imágenes de esta región, que solo es visible desde el espacio. Durante estos tránsitos, la misión experimenta apagones de comunicación planificados, restableciendo contacto cuando la nave vuelve a la cara visible del satélite natural.
Hacia el alunizaje: próximos pasos de la misión
El equipo de Firefly Aerospace utilizará los datos obtenidos para planificar el siguiente encendido. Así, Blue Ghost se acercará aún más a la superficie y se alineará con el descenso controlado.
Este tipo de maniobra es esencial en cualquier misión de alunizaje, ya que permite minimizar errores de trayectoria y optimizar el consumo de combustible. La capacidad de ejecutar estos ajustes de manera precisa es indicativa de un sistema de propulsión y navegación robusto, aspectos críticos en cualquier misión lunar.
Con este avance, Firefly se mantiene en camino para realizar uno de los primeros alunizajes comerciales del año y contribuir a la exploración de la Luna con datos clave para futuras misiones tripuladas.
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