La gestión de Iván Velásquez al frente del Ministerio de Defensa de: aciertos, errores y retrasos en la modernización de la Fuerza Aeroespacial Colombiana

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Mediante este segundo artículo, evaluaremos la gestión del ya exministro en el mejoramiento o estancamiento de las Fuerzas Armadas de Colombia, analizando los distintos componentes de esta y cómo las acciones u omisiones de Velázquez han generado cambios positivos o negativos para los aviadores colombianos. En este apartado, analizaremos cómo fueron las actuaciones del ministro de Defensa dentro de cada uno de los componentes de la Fuerza Aeroespaciales Colombiana.

Aviación de caza

El único recurso con que cuenta el país en este importante elemento son los antiguos Kfir, y su reemplazo y mantenimiento han estado estancados por decisiones políticas del presidente Petro. Sin embargo, en este aspecto brilla la falta de actividad y liderazgo del exministro, quien no impuso en la discusión su punto de vista sobre la adquisición del reemplazo del Kfir ni supo manejar ante la opinión pública o la prensa este importante tema, limitándose a mencionar que sería el presidente el encargado de la decisión.

En cuanto al mantenimiento, después del fatal manejo de la diplomacia en las relaciones con Israel, quedó en vilo el mantenimiento básico de los Kfir para que pudieran defender los cielos hasta el año 2026. Sin embargo, a pesar de que supuestamente “no se podía contratar con empresas israelíes”, en diciembre se realizó un contrato con tal fin por algo más de 7 millones de dólares. También en este caso, la inactividad del ministro para dar tranquilidad sobre el mantenimiento, así como la forma casi secreta en que se firmó el contrato, tal vez para evitar desacreditar las palabras del presidente, demuestran la falta de experticia de Velázquez.

Aviación de ataque

En cuanto a la aviación de ataque, no se generó ninguna compra o actualización, pero se permitió que se llenaran de rumores los pasillos del ministerio y los medios de comunicación, sin que ninguna declaración oficial aportara claridad o transparencia.

Nuestros aviones Embraer Tucano y Super Tucano siguen funcionando y son el único recurso que se encuentra operativo y en uso, pero no existió ningún plan para aumentar su número y, mucho menos, para la creación de programas serios de estudio para el reemplazo de los A-37 Dragonfly.

Aviones de entrenamiento

En cuanto al entrenamiento, llegaron nuevos T-6 Texan II de los 11 contratados, que, aunque no son la mejor elección, han fortalecido la enseñanza y han liberado a los AT-27 de esta labor para ejercer funciones de control y ataque en los Llanos Orientales de la nación. No obstante, a pesar de las críticas, su número no ha aumentado y no hay programas para concluir su adquisición hasta los 24 planeados.

Por otra parte, es destacable el aumento de la flota de Cessna 172S hasta completar 10 unidades. El costo y la utilidad de este avión para la instrucción de pilotos son fundamentales para el desarrollo de la FAC.

Helicópteros

En cuanto al arma de helicópteros de la Fuerza Aérea, si bien no ha sido tan afectada como la del Ejército con los Mi-17 por mantenimiento, ni como la de la Policía por el control a su uso por parte de EE.UU., sí se extienden dos preocupaciones: primero, si los helicópteros donados por EE.UU. sufrirán sanciones; y segundo, la posibilidad de la disminución de capacidades de los UH-1 y Bell 212 y 412 por la “aparente necesidad” de su reemplazo por la plataforma Eurocopter o Leonardo. Esto implicaría un aumento en los costos de mantenimiento, que, ante la “extraña urgencia”, se ha venido promocionando en los últimos años. Es un sinsentido cambiar plataformas conocidas y mantenidas por la CIAC mediante contratos “nuevos” con estas dos empresas.

Vehículos aéreos no tripulados

Este apartado se resume en el proyecto Sirtap, que será un nuevo sistema para la vigilancia del territorio colombiano. Aunque se trata de un gran avance, se debe tomar en cuenta que los drones de vigilancia, aunque necesarios, no consideran los desarrollos de la guerra moderna y su uso en conflictos actuales, un aspecto que parece haber pasado desapercibido para el ministro, sus funcionarios y los mandos. En consecuencia, no se han contratado nuevos drones de vigilancia de alta cota, ni se ha creado conciencia sobre la necesidad de aeronaves de ataque. No existe ningún proyecto relacionado con este tipo de armamentos para el futuro.

Se han ignorado las municiones merodeadoras, los de ataque por caída libre y, mucho menos, los de ataque de gran altitud con armas de precisión.

Tampoco se apoyó a la industria colombiana, ya que desde el ministerio no se adquirieron plataformas a la CIAC, que cuenta con desarrollos muy novedosos en este ámbito, pero que han sido ignorados por todos los mandos.

Aviones de transporte

En este sector, llegaron al país dos C-130 Hércules, aunque su adquisición fue anterior a la gestión de Velázquez. No se adquirieron aviones nuevos tipo CASA Airbus e, incluso, los aviones de corto alcance ya están llegando al final de su vida útil sin que se avizore una solución. Además, si continúan los conflictos diplomáticos con EE.UU., más de la mitad de la flota que depende del apoyo estadounidense quedará en tierra.

Conclusión

Como se observa, a las pésimas actuaciones del presidente se suma la falta de capacidad del exministro. Su inactividad y omisión en el control de rumores, así como la ausencia de comunicaciones oficiales, demostraron un desconocimiento de la Fuerza Aérea, sus necesidades y su futuro, lo que ha llevado a un estancamiento del cual será difícil recuperarse.

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Equipo de redacción de El Estratégico

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