A raíz de información publicada por The New York Times, se confirmó que el Parlamento ucraniano aprobó este martes un polémico proyecto de ley que permitirá al gobierno adquirir dos reactores nucleares de fabricación soviética, actualmente en desuso, que Bulgaria compró hace más de una década al gigante estatal de Rusia Rosatom, por un valor mínimo de 600 millones de dólares.
El gobierno defiende el proyecto argumentando que, en medio de apagones invernales y de una red eléctrica paralizada, la incorporación de estos reactores será decisiva para estabilizar el suministro de energía. Sin embargo, los críticos señalan que la inversión es excesivamente costosa y que la instalación de los reactores podría prolongarse durante años, mientras que otros recursos urgentes, como el refuerzo del sistema mediante pequeñas turbinas de gas o la reparación inmediata de subestaciones y centrales térmicas dañadas, quedarían desatendidos.

Esta medida no está exenta de controversias, debido a que expertos en energía y activistas anticorrupción han advertido además que el proyecto podría convertirse en un vehículo para el lavado de dinero, dada la historia reciente de corrupción en el Ministerio de Energía de Ucrania y en Energoatom, la empresa estatal responsable de supervisar la compra. Varios altos funcionarios y empleados han sido arrestados en los últimos meses bajo cargos de soborno, lo que ha incrementado las críticas hacia el proyecto.
En una entrevista telefónica con The New York Times, la legisladora de la oposición, Inna Sovsun, integrante del comité de energía del Parlamento, expresó su preocupación por el impacto reputacional del proyecto: “Con los múltiples esquemas de corrupción en torno a Energoatom, creo que esta decisión podría dañar la reputación de Ucrania como el país que está tratando de combatir la corrupción y no de alimentarla.”

El presidente Volodímir Zelenski, quien se espera firme el proyecto de ley en breve, sostuvo que la medida evitará los apagones invernales y contribuirá a reducir los altos precios de la electricidad. Zelenski desestimó a sus críticos, calificándolos de interesados en “llenarse los bolsillos, o los de sus clientes, con dinero de fuentes de energía más caras.”
La decisión se produce en un contexto de urgente necesidad energética para Ucrania, que depende de sus tres centrales nucleares operativas para generar más de la mitad de la electricidad del país, mientras que la mayoría de sus plantas térmicas e hidroeléctricas han sido gravemente dañadas por los ataques rusos. Aunque Rusia se ha abstenido de atacar directamente las instalaciones nucleares por temor a desencadenar un desastre catastrófico, ha intentado debilitar la red energética mediante la destrucción de subestaciones, y se apoderó de la planta nuclear de Zaporizhzhia, la mayor del país, al inicio del conflicto.

Entre las críticas adicionales al proyecto se encuentra la incertidumbre sobre su financiación, ya que la Unión Europea se ha negado a contribuir con los fondos para la compra, en un contexto en el que el gobierno ucraniano enfrenta problemas de liquidez y ya ha recurrido al aumento de impuestos.
Te puede interesar: Trump confirma conversación con Putin y el comienzo inmediato de negociaciones para finalizar la guerra en Ucrania