Este jueves, Australia denunció una interacción “insegura y poco profesional” en el Mar de China Meridional: un avión de combate chino lanzó bengalas que casi impactan contra un avión de vigilancia militar australiano. Según el titular de Defensa, Richard Marles, las bengalas del caza J-16 chino pasaron a menos de 30 metros del avión P-8 Poseidón australiano, que transitaba por el espacio aéreo internacional.
La cartera de Defensa australiana confirmó que el avión no sufrió daños y que ningún miembro de la tripulación resultó herido. No obstante, Marles declaró que “el J-16 estaba tan cerca que es imposible que las bengalas no alcanzaran al P-8. Podría haber causado daños significativos a la aeronave”.

Por un lado, la postura de Australia recae en que los pilotos chinos llevaron a cabo una “maniobra insegura y poco profesional que supuso un riesgo para el avión y el personal” australiano. Por el otro, China considera que el avión militar de Australia invadió “deliberadamente” el espacio aéreo sobre las disputadas Islas Paracel reclamadas como propias.
En palabras del portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino, Guo Jiakun, “las medidas adoptadas por China para ahuyentar a la aeronave fueron legítimas, legales, profesionales y moderadas”. Además, una situación similar se vivió en mayo del año pasado con un caza J-10 de China y un helicóptero Seahawk de Australia, donde Pekín mantuvo una postura similar.
Si bien en esta ocasión no se sufrieron daños ni heridos, remarca la situación actual sobre el Mar de China Meridional, donde las tensiones y los enfrentamientos militares son cada vez más constantes.
Te puede interesar: Aumenta la tensión en Asia tras el rechazo de China a los buques militares que navegaron por el Estrecho de Taiwán