Tras el pedido del presidente Donald Trump, la NASA comenzó a implementar los cambios necesarios para acelerar el regreso de los astronautas de la cápsula Starliner a la Tierra.
La agencia ahora tiene como objetivo el 12 de marzo para el lanzamiento de la misión Crew-10, que llevará a 4 astronautas a la Estación Espacial Internacional (ISS).
El vuelo de rutina a la ISS estaba programado para el 25 de marzo. Sin embargo, la NASA tomó la decisión de que la misión utilice a Endurance, un modelo anterior de la cápsula Crew Dragon, y no una nueva cápsula de SpaceX, cuya producción se ha retrasado.
Así, la llegada anticipada de los cuatro astronautas a la ISS permitirá acelerar el regreso a caso de Butch Wilmore y Suni Williams, quienes se encuentran allí desde hace varios meses.
Wilmore y Williams volverán en el marco de la misión Crew-9. Sin embargo, primero es necesario que los astronautas de la misión Crew-10 arriben a la 10 para relevarlos.
La cápsula Endurance también voló las misiones Crew-3, Crew-5 y Crew-7 de SpaceX.
Una larga espera
Wilmore y Williams hicieron historia en julio de 2024 cuando realizaron el primer viaje tripulado de la cápsula Starliner de Boeing.
Sin embargo, la misión, que apenas debía durar ocho días, se extendió hasta la actualidad como consecuencia de un fallo en el sistema de propulsión de la cápsula.
Por ello, la NASA decidió que Starliner regresara a la Tierra sin tripulación, mientras que Wilmore y Williams tuvieron que prolongar su estadía en la ISS.
Esta situación también obligó a la NASA a implementar cambios en la misión Crew-9: Solo dos de los cuatro astronautas asignados para la misión terminaron volando hacia la ISS, ya que hubo que dejar dos lugares vacíos para el regreso de Wilmore y Williams.
Por otro lado, a bordo de Crew-10 estarán los astronautas de la NASA Anne McClain y Nichole Ayers, el astronauta de JAXA (Agencia de Exploración Aeroespacial de Japón) Takuya Onishi, y el cosmonauta de Roscosmos Kirill Peskov.
A pedido de Trump
Los cambios en el calendario de la NASA son consecuencia directa del pedido del presidente Donald Trump.
La llamada de Trump fue una intervención inusual de un presidente en el programa meticulosamente organizado de la NASA para la ISS.
El líder republicano culpó a su predecesor Joe Biden por la situación, aunque Biden no participó en el programa.
Por su parte, Elon Musk, aceptando públicamente la demanda de Trump, también culpó a Biden a pesar del trabajo de SpaceX con la NASA.
La mala noticia para Musk es que el intercambio de naves espaciales afecta a la misión privada de astronautas Fram2 de SpaceX, que se esperaba que usara la cápsula Endurance en algún momento de este año para una misión de órbita polar.
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