Despúes de completar una navegación en el océano a Atlántico, siguiendo la península de Florida y atravesando el Golfo de México, el último portaaviones de propulsión convencional de la Armada de Estados Unidos, el ex USS John F. Kennedy (CV-67), arribó finalmente a Brownsville, Texas. El buque habia iniciado su navegación a mediados del pasado mes de enero, para ser remolcado con destino a las instalaciones de la empresa International Shipbreaking Limited donde será desguazado poniendo así un final a una historia de décadas de servicio.

El ex USS John F. Kennedy (CV-67) fue el último portaaviones de propulsión convencional construido para la Armada de los Estados Unidos. Incorporado en el año 1968 al servicio, este completó un historial de 39 años de operaciones en diversos puntos del globo, hasta su retiro oficial en el año 2009. Desde entonces, diversas opciones se barajaron de cara a su destino final. Algunas inclusive comprendían convertirlo en un museo. No obstante, la decisión final fue la de ponerlo a venta para su desguace por la simbólica cifra de un centavo de dólar.
Esta cuestión debe ser debidamente contextualizada, ya que el desguace de esta clase de buques, de 82 mil toneladas, eslora de 326 metros y manga de 40 metros, demuestra las dificultades que una potencia como Estados Unidos debe afrontar para la disposición final de sus portaaviones. La situación, con el futuro retiro de portaaviones de propulsión nuclear, promete complejizarse, no solamente por el desguace del acero y los trabajos relacionados con la disposición de los reactores nucleares, sino que también por su elevado costo.
Como fue informado por la Oficina de Responsabilidad Gubernamental (GAO) a través de un documento publicado en 2018, poniendo como ejemplo al USS Enterprise, primer portaaviones de propulsión nuclear de los Estados Unidos, se ha proyectado que su desguace podría alcanzar la cifra de US$ 1.550 millones de dólares.

Regresando al ex USS John F. Kennedy (CV-67), el antiguo portaaviones de la clase Kitty Hawk (aunque por las extensas modificaciones fue prácticamente una sublcase en si mismo), apodado como “Big John”, había zarpado el pasado 16 de enero desde Filadelfia, su hogar por más de una década.
Siendo remolcado durante las pasadas semanas, a principios del corriente mes de enero arribó finalmente a la ciudad de Brownsville, Texas, para ser conducido a las instalaciones de la empresa International Shipbreaking Limited, la cual llevará adelante la tarea de desguazar a este gigante su supo surcar los mares por 39 años, siendo sinónimo del poderío de la Armada de los Estados Unidos allí donde su silueta de asomase en el horizonte.
*Fotografías empleadas a modo de ilustración: zarpada desde Filadelfia a mediados de enero de 2025.
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