Como es de público conocimiento, en el último tiempo, el continente africano – particularmente Nigeria – se ha transformado en un suelo plagado de numerosos grupos yihadistas que actúan como filiales de las organizaciones terroristas más letales del planeta, como lo son ISIS o Al Qaeda. Siendo África, actualmente, una verdadera tierra de yihad. Ya en ocasiones anteriores, hicimos mención a algunas de estas células que se encargan de sembrar el terror a lo largo y ancho del continente, haciendo hincapié en la región del Sahel. Entre ellas podemos señalar a ISWAP (Islamic State of West Africa Province), JNIM (Jama’at Nasr al-Islam wal Muslimin) y Boko Haram.
Todas estas, organizaciones terroristas que, a lo largo de estos años, han crecido y se han expandido de una manera significativa llegando a abarcar cada vez más territorio, en lo que supone una gran amenaza a nivel regional que pone en peligro a millones de habitantes de decenas de naciones que se encuentran en medio de una región azotada por el terrorismo, el tráfico de drogas, la corrupción, la pobreza y el hambre. Dentro de estos Estados, sin lugar a dudas, Nigeria es uno de los países más afectado por el terrorismo yihadista, albergando a dos de las organizaciones terroristas más letales del continente, como veremos a continuación.
ISWAP vs. Boko Haram, por la disputa territorial
Al margen del contexto previamente descrito en el continente africano, en los últimos meses, algunos hechos en particular han llamado la atención si de terrorismo yihadista en África hablamos. Esto es, nada más ni nada menos, que los constantes enfrentamientos entre algunas de las organizaciones terroristas que habitan la región. En este caso, en particular, hablaremos de los combates que enfrentaron a los terroristas de ISWAP -la rama de ISIS en el continente africano- y a miembros de Jama’atu Ahlis-Sunna Lidda’Awati Wal-Jihad (JAS) o también conocido como Boko Haram -un grupo yihadista que, desde hace años, se encuentra fuertemente vinculado a la célula de Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQIM)-.
Ambas organizaciones yihadistas poseen una fuerte presencia en Nigeria, a la vez que cuentan con años de conflicto en su haber. Sin embargo, últimamente, los enfrentamientos armados entre los dos grupos terroristas aumentaron de manera significativa y, particularmente, en el estado de Borno, en el país anteriormente mencionado. Allí, una semana atrás, las tropas yihadistas de ISWAP lanzaron un ataque ofensivo contra sus pares de Boko Haram, muchos de los cuales fueron capturados en dicha contienda. A modo de contraataque -un día después de dicho episodio-, miembros de Boko Haram iniciaron un ataque contra las fuerzas de ISWAP en las afueras de Kachalla Kellori, lo que produjo que la escalada entre ambas organizaciones terroristas continúe.
Todo parecería indicar que lo que enfrenta a estos grupos terroristas es la disputa territorial por el control de distintos puntos estratégicos de contrabando, como lo es la ruta que va desde Diffa (Níger) hasta la región del Lago Chad. Estas regiones interconectadas han sido testigo de un aumento significativo de la violencia entre yihadistas como los mencionados previamente.
Un país que sucumbe ante el terrorismo
Como fuimos anticipando previamente, Nigeria se encuentra entre la espada (ISWAP) y la -otra- espada (Boko Haram), en un escenario que parece tener un fin pacífico demasiado lejano mientras ambas organizaciones terroristas continúen su lucha por imponer un “Estado Islámico” -tal como el que fue establecido por ISIS en Siria y en Iraq años atrás-.
A fin de llevar a cabo dicho objetivo, los ataques contra las fuerzas de seguridad de Nigeria se han ido incrementando en el transcurso de los últimos meses. A tal punto que semanas atrás, 35 soldados nigerianos fueron asesinados en manos de los terroristas de ISWAP. Por su parte, los terroristas de Boko Haram acribillaron a tiros a 20 pescadores en un ataque yihadista en Borno, al noroeste de Nigeria, y llegando así a una escalofriante cifra de más de 35.000 personas asesinadas entre Boko Haram e ISWAP. Un país que parece no tener respuesta ante el terrorismo.
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