El nuevo gobierno de Siria ha exigido reparaciones a Rusia, mientras la tensión comienza a crecer por la presencia de bases militares en el país. La demanda por compensaciones se da luego de un encuentro entre la nueva administración siria y una delegación de Moscú, según informaron medios locales.
Rusia busca preservar sus bases militares en Siria
El diálogo entre ambos países sobre el futuro de sus relaciones ocurre mientras Rusia busca preservar sus dos bases militares en la nación de Medio Oriente.
El vínculo entre la nueva administración siria y Moscú probablemente será complejo, dado que el Kremlin mantenía una estrecha relación con el gobierno del exmandatario sirio Bashar al-Assad. Rusia había brindado al régimen del líder exiliado un significativo respaldo financiero y militar.
Las fuerzas rusas también fueron atacadas por facciones rebeldes de Damasco durante la ofensiva militar a gran escala lanzada en diciembre, y en un momento dado, quedaron atrapadas en territorio sirio.
Las exigencias de Siria a Rusia
Durante la reunión del 28 de enero, Rusia manifestó su apoyo a los cambios en curso en Siria, mientras que la nueva administración de Damasco insistió en la necesidad de compensaciones a través de “compensación, reconstrucción y recuperación”, según informó la Agencia de Noticias Árabe Siria.
Además, ambas partes abordaron la implementación de “mecanismos para la justicia transicional destinados a garantizar la rendición de cuentas y lograr justicia para las víctimas de la brutal guerra librada por el régimen de Asad”. Siria también subrayó que Rusia debe “resolver los errores del pasado” y “respetar la voluntad del pueblo sirio y servir a sus intereses”.
En la reunión, la delegación rusa “reiteró su apoyo inquebrantable a la unidad, la integridad territorial y la soberanía de la República Árabe Siria, junto con su disposición a brindar asistencia esencial al pueblo sirio en su recuperación nacional posterior a la crisis”, según un comunicado del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia.
La importancia estratégica de Siria en el tablero de Medio Oriente
El debate sobre las compensaciones tiene lugar en un contexto en el que Moscú intenta conservar sus bases militares en la región. La delegación rusa, encabezada por el viceministro de Asuntos Exteriores, Mijail Bogdanov, sostuvo conversaciones con el nuevo líder sirio, Ahmed al-Sharaa, quien encabeza el grupo rebelde Hayat Tahrir al-Sham.
Si Rusia no logra mantener sus bases militares, perdería su presencia estratégica en Medio Oriente y el Mediterráneo. La gestión de la base naval de Tartus ya ha sido revocada y reasignada a Siria tras la anulación de un contrato de inversión de 49 años con Moscú. A cambio de preservar estas instalaciones, una fuente siria con conocimiento de las negociaciones reveló al medio Reuters que Sharaa solicitó a Rusia la devolución de Assad, quien se exilió en Moscú y pidió asilo tras la caída de su régimen en diciembre.
Las dos bases operadas por Rusia en Siria son la base naval de Tartus y la base aérea de Hmeymim, situada en la provincia costera de Latakia. La instalación de Tartus fue adquirida en 1971 mediante un acuerdo bilateral, mientras que la base aérea de Hmeymim se estableció en 2015 para apoyar al ejército sirio en su lucha contra el Estado Islámico.
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