Aunque el gobierno de Donald Trump recién comienza, esta misma semana ya se enfrentó al primer choque entre dos pesos pesados: Elon Musk, CEO de Tesla y SpaceX, y Sam Altman, CEO de Opean AI.
El martes, el propio Trump anunció que SoftBank, OpenAI, y Oracle, realizaran una inversión conjunta de US$ 500.000 millones para desbloquear todo el potencial de la IA y convertir a Estados Unidos en el líder indiscutible en la materia.
Sin embargo, la alegría por la noticia duró apenas 24 horas: Musk, quien aportó millones de dólares para la campaña de Trump, aseguró que esas empresas “en realidad no tienen el dinero”.
Musk, que tiene su propia compañía de inteligencia artificial y que no estuvo en la conferencia de prensa, también apuntó contra el propio Altman al publicar una imagen de una pipa de crack con la acusación en broma de que el CEO de OpenAi y sus socios la estaban fumando.
Como era de esperar, Altman le respondió: “Me doy cuenta de que lo que es bueno para el país no siempre es lo óptimo para sus empresas, pero en su nuevo papel espero que ponga a EE.UU. en primer lugar”.
¿Qué es le nuevo proyecto?
Apodado como “Stargate”, este ampliará masivamente las operaciones existentes para acelerar el desarrollo de sistemas de IA, incluidos programas que desarrollarían vacunas instantáneas y personalizadas contra el cáncer.
Con esta iniciativa, Trump también espera asegurar el dominio geopolítico de Estados Unidos sobre China.
Trump calificó Stargate como “una rotunda declaración de confianza en el potencial de Estados Unidos” bajo su nueva administración.
¿Qué explica el nuevo conflicto?
Las tensiones entre Musk y Altman comenzaron hace años, cuando ambos se disputaba el liderazgo de OpenAI, ampresa que ambos ayudaron a fundar.
Pero, tras la elección de Altman, Musk, uno de los primeros inversores de OpenAI y miembro de la junta directiva, demandó a la empresa.
Específicamente, Musk argumentó que OpenAI traicionó sus objetivos fundacionales al buscar ganancias en vez de seguir siendo un laboratorio de investigación sin fines de lucro que beneficia a la humanidad.
Además, Musk agregó nuevos reclamos, solicitando una orden judicial que detenga los planes de OpenAI de convertirse en un negocio con fines de lucro pleno.
Cabe recordar que el CEO de SpaceX el año pasado creó su propia compañía rival de inteligencia artificial, xAI, que está construyendo su centro de big data en Memphis, Tennessee.
¿Qué dicen desde el entorno de Trump?
Aunque el magnate no se refirió directamente al asunto, algunos de los principales asesores y aliados están furiosos con Musk por destrozar públicamente el megaacuerdo.
Un aliado de Trump dijo que Musk abusó de su cercanía con el presidente, mientras que otro republicano aseguró que el personal de Trump está “furioso” porque el CEO se SpaceX usó su enorme plataforma de redes sociales para intentar sabotearlo.
“Está claro que ha abusado de la proximidad con el presidente. El problema es que el presidente no tiene ninguna influencia sobre él y a Elon no le importa una mierda nasa”, aseguraron.
Tal vez te interese: Celebra Musk: Trump confirma la carrera hacia Marte