Al igual que el Ejército y la Fuerza Aérea, la Armada Argentina posee diversos requerimientos y proyectos de reequipamiento que se encuentran a la espera de definiciones de cara al año 2025. Durante el año pasado se han registrado gestiones y negociaciones en curso, como también visitas oficiales, como la realizada por el Ministro de Defensa, Luis Petri, a Francia. A continuación, brindaremos una somera lista de los principales proyectos a la espera de definiciones para la fuerza naval.
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Adquisición de nuevos submarinos de ataque
No es una novedad que la principal prioridad, tanto para la Armada Argentina como para la actual gestión al frente del Edificio Libertador, es la adquisición de nuevos submarinos de ataque para la fuerza. El requerimiento ha sido puesto por el mismo Jefe del Estado Mayor General de la Armada, Vicealmirante Carlos María Allievi, como la prioridad más importante para la fuerza.
Actualmente, dos propuestas han sido analizadas y evaluadas, provenientes de Francia y Alemania. La primera se basa en los submarinos clase Scorpene de Naval Group, mientras que la segunda considera unidades de la clase Tipo 209NG de ThyssenKrupp Marine Systems. En total, la Armada Argentina ha posado el requerimiento en la compra de por lo menos tres submarinos de ataque a fin de reemplazar a la clase Tipo TR-1700, la cual, por la pérdida del ARA San Juan y el destino incierto del ARA Santa Cruz, no posee unidades operativas. También debe contemplarse al ARA Salta de la clase Tipo 209, que no se encuentra en condiciones de navegar, pero es empleado para la formación de nuevas camadas de submarinistas.
El primer gran hito alcanzado en las negociaciones fue registrado durante la visita del titular de la Cartera de Defensa a Francia, concretando la firma de una Carta de Intención para la adquisición de submarinos clase Scorpene. No obstante, como fue mencionado, este documento no es de carácter vinculante entre las partes, lo que no impide que otras propuestas renovadas puedan ser también analizadas.
La adquisición de equipamiento naval siempre ha demostrado requerir de importantes inversiones. La incorporación de nuevos submarinos no es la excepción, tal y como dio cuenta el Proyecto de Presupuesto 2025 (el cual no sería aprobado en el Congreso, prorrogando nuevamente el Presupuesto 2023). En dicho documento se mencionaba entre las operaciones de crédito internacional un ítem destinado a la compra de submarinos a través de un préstamo por un valor aproximado de US$ 2.300 millones.
Definiciones sobre el futuro de la flota de superficie de la Armada Argentina
Durante el pasado año 2024, la Flota de Mar de la Armada Argentina ha incrementado su presencia en el Mar Argentino con despliegues más periódicos de sus buques. A su vez, la fuerza ha concretado la baja definitiva de varias unidades que no navegaban hace años, como fue el caso del transporte rápido ARA Hércules y el destructor MEKO 360 ARA Heroína.
La situación de la flota de superficie de la Armada Argentina abre diversos interrogantes de cara a su futuro próximo, teniendo presente la antigüedad de sus plataformas. El núcleo operativo de la fuerza se concentra en los destructores MEKO 360 y las corbetas MEKO 140 incorporadas décadas atrás, sin registrarse modernizaciones que permitan a los buques contar con capacidades de combate actualizadas a los estándares actuales.
A lo largo del año pasado, hemos detallado diversas propuestas, tanto de modernización como de remotorización de las MEKO 360, las cuales fueron confirmadas por el propio Jefe de la Armada Argentina, Vicealmirante Allievi, a Zona Militar. También se han mencionado los estudios para definir el reemplazo y adquisición de unidades, tanto nuevas como de segunda mano, para reemplazar a los mencionados ARA Hércules y ARA Heroína dados de baja.
No obstante, y en línea con lo previamente señalado, la prioridad principal de la conducción de la Armada Argentina es concretar la impostergable adquisición de nuevos submarinos, comprendiendo las capacidades que estas plataformas brindarían al instrumento militar de la Nación y su proyección en el Atlántico Sur.
Adquisición de más helicópteros para el Comando de Aviación Naval
El año pasado, las capacidades de alas rotatorias del Comando de Aviación Naval recibieron una bocanada de aire fresco con la confirmación de la firma de un contrato de compra por cuatro nuevos helicópteros AW109M a la firma italiana Leonardo. Estas aeronaves están destinadas a ser embarcadas en los patrulleros oceánicos que dispone la División de Patrullado, a fin de reemplazar en estas tareas y funciones a los AS-555 Fennec de limitada disponibilidad en la Primera Escuadrilla Aeronaval de Helicópteros (EAH1).
No obstante, durante el corriente año, otros proyectos en aras de mantener y fortalecer estas capacidades deberán ser evaluados. En detalle, la incorporación de nuevos helicópteros medianos para complementar y reemplazar a los actuales Sea King de la Segunda Escuadrilla Aeronaval de Helicópteros (EAH2).
La realidad, tal y como demuestran diversos reportes, indica que varias aeronaves de la unidad se encuentran al final de su vida útil para afrontar importantes tareas, como búsqueda y rescate, transporte y, principalmente, apoyo a las operaciones del rompehielos ARA Almirante Irízar en las Campañas Antárticas de Verano. Al día de la fecha, las operaciones se están focalizando en las dos últimas unidades que fueran adquiridas a la empresa Carson Helicopters de los Estados Unidos, mientras los UH-3H/PH-3 muestran una cada vez menor operatividad, haciendo valer sus horas de vuelo remanentes.
Durante el año pasado, detallamos algunos de los planes analizados y sopesados para lograr mantener capacidades y medios disponibles. Uno de los más factibles sería la adquisición de una nueva tanda de helicópteros Sea King a la empresa estadounidense, frente a la imposibilidad de adquirir una nueva plataforma de helicóptero mediano. Actualmente, este es otro plan a la espera de definiciones y el apoyo necesario.
Conclusiones
Al igual que sucediera con los respectivos artículos focalizados en el Ejército y la Fuerza Aérea, diversos proyectos de reequipamiento e incorporación para la Armada Argentina han quedado fuera de esta somera lista. El lector podrá mencionar la necesaria adquisición de vehículos aéreos no tripulados para complementar a otras plataformas tripuladas, como es el caso del recientemente incorporado P-3C Orion.
También podemos citar el estado de los proyectos de construcción naval en curso para la Armada, destacando el de remolcadores emprendido por TANDANOR, el cual no ha mostrado grandes avances durante el pasado año; o cuál será el futuro de la corbeta ARA Parker, la cual sería sometida a trabajos de conversión a patrullero.
Otros proyectos de envergadura incluyen la necesaria incorporación de un buque polar para complementar en el apoyo a las Campañas Antárticas de Verano al ARA Almirante Irízar, concretando el reemplazo del ARA Bahía Paraíso, perdido décadas atrás en un naufragio. También se ha mencionado en más de una oportunidad la adquisición o construcción de nuevos buques de desembarco anfibio de diverso tipo para dinamizar a los elementos de proyección de las Brigadas de Infantería de Marina, así como ser empleados en tareas de apoyo a las comunidades.
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