Los astronautas chinos Cai Xuzhe y Song Lingdong completaron la segunda caminata espacial de su misión Shenzhou 19 en las afueras de la estación espacial Tiangong.
El objetivo principal de esta actividad extravehicular (EVA, por sus siglas en inglés) fue la instalación de escudos de protección contra escombros espaciales, una tarea crítica para salvaguardar la integridad de la estación frente a los crecientes riesgos de desechos orbitales.
La misión es parte de los esfuerzos de China para mantener y mejorar su plataforma orbital, consolidando su posición como una de las principales potencias espaciales del mundo.
Detalles de la misión
La misión Shenzhou-19 despegó el 30 de octubre de 2024 desde el Centro de Lanzamiento de Satélites de Jiuquan, con tres tripulantes a bordo. Los astronautas tienen previsto permanecer en la estación durante seis meses, con un retorno programado para abril o mayo de 2025.
En los próximos meses, serán acompañados en órbita por otros tres tripulantes de Shenzhou 20, quienes tomarán el control de la estación antes de que los astronautas de Shenzhou 19 regresen a la Tierra.
China completó la estación espacial Tiangong a finales de 2022. Compuesta por tres módulos, la potencia oriental tiene la intención de mantenerla ocupada de manera permanente durante al menos 10 años, y está considerando expandirla con nuevos módulos adicionales.
El perfil de los astronautas
La caminata espacial fue protagonizada por el comandante de la misión, Cai Xuzhe, y su compañero y especialista de misión Song Lingdong.
Esta fue la segunda actividad extravehicular para ambos astronautas. Su EVA anterior, realizada en diciembre de 2024, estableció un nuevo récord de más de 9 hs de duración para caminatas espaciales.
Además, desde el interior de la estación contaron con el apoyo de Wang Haoze, ingeniero de vuelo, quien también está realizando su primera misión en el cosmos.
Actividades y objetivos
Al igual que la primera caminata de la misión, el objetivo principal de esta nueva salida se centró en instalar dispositivos de protección adicionales para resguardar a la plataforma de los desechos espaciales, que representan un peligro significativo debido a las altas velocidades a las que orbitan.
Incluso partículas milimétricas pueden causar daños graves al impactar con los módulos de la estación. Los escudos están diseñados para absorber y desviar la energía de estos impactos, reduciendo el riesgo de perforaciones o daños estructurales.
En diciembre se colocaron escudos para Tianhe, el módulo central de Tiangong, mientras que en esta ocasión se reforzó el módulo experimental Wentian.
Li Zhihai, ingeniero de la Corporación de Ciencia y Tecnología Aeroespacial de China (CASC), partícipe de la construcción de la estación espacial, declaró que fundamentalmente se buscaba “proteger los cables externos de los impactos de escombros, utilizando materiales apropiados y soluciones especializadas”.
Otras operaciones a bordo
Además de esta tarea, los astronautas inspeccionaron el exterior de la estación y realizando mantenimientos preventivos esenciales.
La misión Shenzhou-19 no se limita a las actividades extravehiculares. Durante su estancia, la tripulación llevará a cabo una serie de experimentos científicos en microgravedad, abarcando áreas como biología, física de fluidos y ciencia de materiales.
Estas investigaciones tienen el potencial de generar avances significativos tanto en la ciencia básica como en aplicaciones prácticas en la Tierra.
Asimismo, los astronautas están realizando pruebas tecnológicas que podrían ser clave para futuras misiones espaciales chinas, incluyendo la exploración lunar y marciana.
Una vez más, China vs. Estados Unidos: Comparación con la reciente misión de la NASA
Enero ha sido un mes con mucha actividad extravehicular cósmica. A esta oportunidad se le suma la caminata estadounidense del 16 de enero de 2025, protagonizada por los astronautas de la NASA Suni Williams y Nick Hague desde la Estación Espacial Internacional (ISS, por sus siglas en inglés).
Sin embargo, si bien ambas misiones involucraron operaciones fuera de las plataformas espaciales, sus objetivos reflejan prioridades diferentes.
Mientras que la misión china se centró en la protección estructural de la estación frente a amenazas externas, la NASA abordó la preparación para el retorno seguro de los astronautas y el mantenimiento de equipos científicos. Tanto Tiangong como la ISS dependen de estas actividades para extender su vida operativa y maximizar su contribución a la ciencia y la exploración espacial.
Esta nueva caminata espacial oriental subraya la creciente capacidad del gigante asiático para llevar a cabo operaciones espaciales complejas y sostenidas.
Con cada misión, China reafirma su compromiso con el avance tecnológico en el espacio, consolidando su lugar en la nueva era de la exploración cósmica.
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