El panorama de la guerra en Ucrania ha estado marcado por movimientos estratégicos en el terreno y decisiones políticas en las principales capitales del mundo. A medida que el conflicto alcanza un punto crítico, la administración de Donald Trump ha dado un giro inesperado, interrumpiendo la ayuda militar y redefiniendo las prioridades de la política exterior estadounidense en esta nueva “Era Dorada para los Estados Unidos”.
En su regreso al poder, y frente a un Capital One Arena repleto, Donald Trump firmó una orden ejecutiva que suspende la ayuda exterior de Estados Unidos durante 90 días. La medida busca alinear los programas de asistencia con los intereses nacionales y la salud de las cuentas fiscales, según declaraciones de la Casa Blanca. Este paso incluye una revisión exhaustiva de los fondos destinados a Ucrania, que hasta ahora han sido esenciales para sostener su esfuerzo bélico contra Rusia y que, sin ellos, Ucrania se vería en serios problemas.
Sin embargo, críticos de la medida señalan que podría debilitar la posición de Ucrania en un momento crucial de la guerra, mientras Rusia continúa ganando impulso en el terreno de batalla.
Aunque el Congreso ya ha asignado gran parte de los fondos, la orden de Trump podría retrasar el desembolso de nuevas ayudas. Esto afecta no solo a los programas militares, sino también a las iniciativas humanitarias y de desarrollo en otros países, resaltando un cambio en la postura estadounidense respecto a sus compromisos internacionales.
En el terreno, Ucrania ha mostrado avances significativos, como la ofensiva en Kursk, considerada un éxito táctico al demostrar la capacidad de las fuerzas ucranianas para ejecutar maniobras de armas combinadas con apoyo occidental utilizando equipos como los tanques Challenger 2 británicos y los vehículos de combate Bradley proporcionados por Estados Unidos.
La administración Trump busca trasladar los costos de la guerra a Europa
Trump, quien ha criticado en repetidas ocasiones la magnitud de la asistencia militar a Ucrania, parece apostar por una estrategia más orientada hacia la negociación con Rusia, gracias a su positiva relación con Vladimir Putin, que ha mostrado reticencia a negociar con Joe Biden.
Este enfoque ha generado tensiones en la OTAN, donde algunos aliados ven la postura estadounidense como un debilitamiento de la unidad occidental frente a Moscú, que buscará aprovechar la tensiones intra-OTAN para fortalecer su posición al interior de Ucrania.
La pausa en la ayuda exterior anunciada por Trump podría tener un impacto significativo en el curso del conflicto, donde Ucrania ha demostrado no poder sostener su esfuerzo bélico con recursos plenamente europeos, lo cual podrá finalmente inclinar la balanza hacia una posible derrota o alto al fuego.
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Fuente: Associated Press / 1945 / The Times of India