El regreso de Donald Trump a la Casa Blanca marca un giro en las políticas estadounidenses, con acciones inmediatas que buscan desmantelar el legado de Joe Biden y afianzar su visión de restauración nacional.
El 20 de enero de 2025, Donald Trump asumió nuevamente la presidencia de Estados Unidos con un discurso triunfalista en el que proclamó el inicio de una “era dorada”.
Emergencia en la frontera y medidas económicas
Trump anunció la declaración de una emergencia nacional en la frontera con México y restableció la política de “Quédate en México”. También prometió utilizar la Ley de Enemigos Extranjeros de 1798 para actuar contra cárteles de la droga, a los cuales planea designar como organizaciones terroristas. En el ámbito económico, adelantó medidas para imponer aranceles a productos extranjeros y revocar políticas de transición energética, como subsidios a vehículos eléctricos, argumentando que estas dañan a los trabajadores estadounidenses.
Derechos sociales y salida de la OMS
En el plano social, el nuevo mandatario derogó órdenes que promovían la equidad racial y los derechos de la comunidad LGBTIQ+. Trump dejó claro que su gobierno “reconocerá solo dos géneros”, desmantelando iniciativas que buscaban fomentar la diversidad.
La sombra del legado de Biden
Las decisiones de Trump parecen responder a una narrativa de rechazo al legado de Biden, caracterizado por una mayor inclusión y cooperación internacional. Como se analizó en Escenario Mundial, la administración demócrata enfrentó desafíos internos que favorecieron el retorno de Trump. Por otro lado, la estrategia hacia China promete ser uno de los ejes clave en su segundo mandato.
Sin embargo, su estilo divisivo y las controversias asociadas a sus decisiones anticipan un mandato marcado por la polarización y los desafíos internacionales.
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Fuente: France24
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