Tras la caída del régimen de Bashar al-Ásad y su pérdida de influencia en Siria, Rusia parece estar concentrando sus esfuerzos en consolidar su presencia en Mali. Así quedó en evidencia luego de que medios del país africano reportaran la presencia de un convoy ruso transportando decenas de vehículos blindados por las calles de Bamako. Pese a que en la secuencia se llegan a contabilizar casi 100 vehículos de todo tipo, no se logró apreciar la presencia de personal ruso.
El pasado 17 de enero, el medio local Cap Mali+ pudo captar la presencia del convoy ruso en las calles de la capital de Mali, movimiento que llamó la atención por la considerable cantidad de medios que integraban la columna. No solo se logran apreciar camiones de todo tipo, sino que también se distinguen vehículos de combate para transporte de tropa, vehículos de combate de infantería e incluso tanques.
Pese a que por el momento no han trascendido de detalles adicionales, las imágenes podrían reflejar la intención de Rusia de reforzar la presencia de su contingente militar en Mali, el cual es conocido como “Africa Corps”. Hace algunos años, desde Moscú se afirmaba que Rusia tenía una larga historia de cooperación militar y técnico-militar con Mali, declaración que se daba cuando la influencia rusa comenzaba a desplazar a países occidentales en el país africano. La excusa de Moscú era la de proveer al gobierno y las Fuerzas Armadas de Mali “…el equipo y accesorios correspondiente, las municiones y las armas adecuadas para que los dirigentes malienses puedan repeler eficazmente la amenaza terrorista…”.
Tras el retiro de fuerzas occidentales de Mali, Rusia se hizo fuerte en el país, desplegando además su fuerza de choque integrada por el Grupo Wagner. Esta compañía, liderada oportunamente por el ya fallecido Yevgueni Prigozhin, ganó popularidad durante su participación en la guerra de Ucrania, particularmente por se utilizada como “carne de cañón” en algunas operaciones, y por su intento de alzamiento armado contra Moscú, incidente que terminaría por sellar el fin del grupo.
Una vez que el Wagner comenzó a desmembrarse, varios de sus integrantes se sumarían a las filas de distintos grupos mercenarios rusos que operan en África, presencia que es parte de la estrategia de Moscú para incrementar su huella en el continente y disputar estos espacios a occidente, tal como fue el caso de Mali. A fines de julio del año pasado, estas fuerzas rusas sufrieron un duro revés tras ser emboscadas por combatientes del Marco Estratégico Permanente para la Defensa del Pueblo de Azawad.
Pese a que se ha especulado que el material recientemente arribado a Mali podría provenir de Siria, diversos análisis coinciden que se trata de equipamiento, material y vehículos desplazados desde Rusia. Lo que parece ser un Grupo Táctico Expedicionario, por la cantidad y tipo de vehículos, estaría destinado a reforzar a las fuerzas locales en el combate contra los insurgentes.
Con la caída de Bashar al-Ásad, desde diversos círculos se viene especulando respecto al destino del personal y material que Rusia aún mantiene en Siria. Libia se ha constituido en uno de los destinos seleccionados por Moscú para desplazar a sus fuerzas en retirada. Sin embargo, el arribo de estos vehículos de combate a Mali deja varios interrogantes respecto a como arribó al país africano, las intenciones de Rusia y la decisión de desplegar equipamiento que sería muy útil en el conflicto ucraniano.
El arribo de este convoy militar a Mali es una de las primeras sorpresas del 2025 para una región altamente conflictiva como es el Sahel. Posiblemente en algunos días se dispondrá de mas información respecto a este refuerzo por parte de Rusia, y si el mismo obedece a una nueva estrategia para ampliar su presencia en el continente africano tras su salida de Siria.
Imagen de portada: Cap Mali+
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