Mientras el Programa F-16 continúa registrando nuevos hitos en su desarrollo, otros proyectos de incorporación de capacidades y equipamiento de la Fuerza Aérea Argentina aún se encuentran a la espera de definiciones. Si bien el foco de atención se posa en el arribo del primer Fighting Falcon, la Institución posee, al día de la fecha, diversos requerimientos complementarios a su incorporación, como otros que ya han sido señalados desde hace años. A continuación, brindaremos un breve repaso sobre los principales proyectos que están a la espera de una definición en el año 2025.
La actualidad del Programa F-16 de la FAA
Antes de iniciar, podemos brindar un breve repaso de la actualidad del principal programa de incorporación de capacidades emprendido por la actual gestión. Sin lugar a duda, la adquisición de 24 cazas F-16A/B MLU Block 15 representa la recuperación de capacidades para la Fuerza Aérea Argentina, así como la incorporación de nuevas. A su vez, representa un desafío y una oportunidad para no repetir errores cometidos en el pasado con la incorporación de otros sistemas de armas.
Actualmente, con el horizonte puesto para finales de 2025, cuando se espera el arribo del primer lote de aeronaves provenientes de Dinamarca, la Fuerza Aérea ha confirmado la recepción del primer ejemplar del programa durante el pasado mes de diciembre. Más en detalle, esta aeronave, denominada como “número 25”, es un biplaza F-16B Block 10. Si bien no se encuentra en condiciones de vuelo, este será empleado para la formación de pilotos, técnicos, mecánicos y tripulaciones de apoyo en el nuevo Centro de Entrenamiento que será emplazado en la VI Brigada Aérea de Tandil, Buenos Aires.
A grandes rasgos, y tal como detallara el Ministerio de Defensa el mes pasado, las funciones que cumplirá esta aeronave son: “…inspecciones programadas, tarjetas de trabajo, configuración de armamento y sistemas de lanzamiento, manejo del nuevo software logístico, cambio de motor, remoción de cúpula y asientos eyectables, inspección y regulación del sistema de combustible e hidráulico, así como familiarizarse con el sistema eléctrico y de aviónica, entre otros, introduciendo así al personal en una nueva cultura y filosofía de trabajo”.
El pasado domingo fue confirmado el arribo de diverso equipamiento a Tandil a los fines de proseguir con los trabajos de ensamblado de la aeronave, contando con el apoyo de personal danés. Entre el equipamiento recibido se ha destacado la presencia de misiles de entrenamiento CATM-120B y pilones TER-9A incluidos dentro del paquete adquirido a Dinamarca. De cara a los próximos días se espera que tenga lugar la realización de una ceremonia oficial de presentación, la cual todavía no tiene fecha.
Con este repaso de la actualidad del Programa F-16, viene bien mencionar que la aeronave en sí misma no se constituye en un sistema de armas, ya que este debe ser conjugado con otros factores, como el piloto, las tripulaciones, las instalaciones para su operación, el armamento, un adecuado sostén logístico y capacidades de mantenimiento. También debe mencionarse su despliegue en un área de operaciones junto a otras plataformas que le permitan garantizar su permanencia y extender su rango operativo en caso de requerirlo. Por tal motivo, la incorporación de un nuevo avión de reabastecimiento en vuelo para la Fuerza Aérea, compatible con el sistema de pértiga, se erige como una necesaria próxima incorporación.
Aviones de reabastecimiento para los F-16
Si bien las negociaciones han mantenido un bajo perfil, desde la Fuerza Aérea Argentina y el Ministerio de Defensa han reconocido la necesidad de incorporar una nueva plataforma de reabastecimiento en vuelo para complementar a los F-16. La razón se fundamenta en que los actuales KC-130H Hércules no poseen sistemas compatibles con los cazas de origen danés.
Como dan cuenta diversos reportes, las gestiones se vienen realizando con los Estados Unidos para evaluar la adquisición de un avión de reabastecimiento KC-135 Stratotanker, el cual se encuentra en los planes futuros de incorporación.
Mientras tanto, y tal como detallara el Jefe del Programa F-16, Vicecomodoro Juan Manuel Sosa, durante una sesión de la Comisión de Defensa Nacional del Congreso de la Nación, realizada durante el mes de junio de 2024, donde estuvo acompañado por el Vicecomodoro Cristian Darío Giaccaglia, en calidad de Jefe de Gestión de Implementación, estos mencionaron la intención de la FAA para la adquisición de una aeronave de estas características. No obstante, mientras dure este proceso, que deberá ser definido en un plazo acorde, junto al paquete adquirido por los Fighting Falcon se ha previsto la incorporación de tanques de combustible externos a fin de aumentar la autonomía y el radio de operación de las aeronaves.
También debe tenerse en cuenta que, independientemente del modelo seleccionado, una aeronave de reabastecimiento en vuelo, además de cumplir su función principal, puede brindar capacidades complementarias de transporte de carga y pasajeros de alcance estratégico. Asimismo, con las modificaciones adecuadas, puede ofrecer capacidades de evacuación aeromédica. Al día de la fecha, la Institución carece de una plataforma que pueda suplir de forma acabada las funciones que en el pasado supieron brindar los Boeing 707.
Incorporación de aeronaves de transporte estratégico
La Fuerza Aérea Argentina dispone de una única aeronave que puede cumplir de manera limitada esta función. Incorporado en el año 2021, el T-99 “Islas Malvinas” es el único Boeing 737-700 en servicio con la I Brigada Aérea. Su adquisición buscó recuperar capacidades de transporte estratégico (“semi-estratégico“) perdida con la baja sin reemplazo de los Boeing 707. Sin embargo, por comparación, la aeronave no posee el mismo rango operativo que los antiguos cuatrimotores.
Desde su incorporación, viene cumpliendo funciones de transporte y apoyo, como lo demuestra el traslado de Cascos Azules argentinos con destino a Misiones de Paz en Chipre.
Como dieran cuenta diversas publicaciones oficiales, la FAA inició un proceso de licitación internacional para la compra de un segundo ejemplar para complementar al T-99. La misma había sido adjudicada a la empresa española GECI Española Aerospace Solutions por un monto de 13,48 millones de dólares. Sin embargo, a finales del mes de enero de 2024, esta fue declarada fracasada.
Actualmente, el convulsionado e incierto escenario internacional demuestra que la necesidad de contar con una aviación militar de alcance estratégico es imperiosa. Los vuelos de repatriación de ciudadanos argentinos durante la pandemia de COVID-19 o frente al estallido de conflictos armados como Ucrania e Israel son motivo suficiente para definir la incorporación de aeronaves con estas capacidades.
Fortalecimiento de la flota de K/C-130H
La flota de aviones K/C-130H Hércules es el principal caballo de batalla en lo que refiere a capacidades de transporte. La realidad muestra que, a pesar de la modernización realizada años atrás por FadeA, y la incorporación de un nuevo ejemplar (TC-60) donado por los Estados Unidos, la flota que opera dentro de la I Brigada Aérea requiere de definiciones de cara a su disponibilidad y sostén logístico.
En primer lugar, la flota aún mantiene al Hércules L-100-30 TC-100 en los talleres de FadeA para ser sometido, o no, a los respectivos trabajos de modernización, los cuales, al ser esta la variante civil del mítico avión de transporte, presentan complejidades y desafíos. Una posibilidad había sido esgrimida por el entonces Jefe de la FAA, Brigadier General Xavier Isaac, para que el paquete de modernización destinado al TC-100 fuera empleado en el TC-60, y que el L-100-30 fuera sometido a una actualización de menor alcance. La realidad muestra que hay un gran hermetismo sobre el futuro de esta aeronave, mientras los otros ejemplares de la flota comenzarán a ser sometidos a trabajos de PDM próximamente.
La situación actual de la flota, en paralelo con el estado actual de los Hércules Legacy a nivel global, muestra que el K/C-130H se encuentra transitando el ocaso de su carrera operativa, siendo reemplazado por nuevas plataformas, entre las cuales destacan los C-390 Millennium de Embraer y la última variante impulsada por Lockheed Martin, el C-130J Super Hércules. Sin embargo, en el estado actual de la FAA, es prácticamente utópico pensar en la adquisición de nuevas aeronaves de transporte para reemplazar a los C-130H.
Por tal motivo, y como fuera reportado en variadas ocasiones, la situación podría cubrirse en el corto/mediano plazo con la incorporación de nuevas plantas propulsoras a fin de incrementar la disponibilidad general de la flota. Durante 2024 fue dado a conocer que el gobierno de EE.UU. notificó la propuesta para la transferencia de doce (12) motores T-56-A-15 a través del Programa Excess Defense Articles.
Asimismo, no debe dejarse de mencionar la posibilidad, dependiendo de la disponibilidad del caso, y emulando lo realizado con el TC-60, de evaluar la incorporación de aeronaves a ser dadas de baja por la Fuerza Aérea y la Guardia Aérea Nacional de los Estados Unidos, aprovechando el renovado vínculo diplomático entre ambos países.
Incorporación de aeronaves de transporte medio táctico
Sin lugar a duda, la incorporación de una nueva aeronave de transporte medio táctico es un requerimiento de larga data realizado por la Fuerza Aérea. La necesidad es imperiosa a fin de reducir la carga de trabajo que se posa sobre la flota de Hércules K/C-130H. En el pasado se evaluaron varias propuestas, como el Airbus C295 y el C-27J Spartan de Leonardo, quedando únicamente en estudios y demostraciones en el país.
El requerimiento es tal, que se hicieron esfuerzos, de los cuales no hay mayores novedades, para recuperar al servicio uno de los Fokker F27 Friendship dados de baja años atrás.
Al día de la fecha, las únicas aeronaves con capacidad de realizar misiones de lanzamiento de paracaidistas, como de carga en combate, son los limitados Hércules. Con lo cual, una aeronave de estas características permitiría liberar la mencionada carga de trabajo, aumentando la disponibilidad general en los Escuadrones de Transporte.
Incorporación de aviones de transporte medio
A principios de enero de 2024, desde Zona Militar publicábamos un artículo titulado: “El proyecto para incrementar la capacidad de transporte mediano de la Fuerza Aérea Argentina contempla la compra de seis Embraer ERJ145 LR”. En el mismo detallábamos los planes formulados para la compra de seis aviones Embraer ERJ145 LR a los fines de concretar el reemplazo de los Fokker F-28, los cuales tendrían una fecha de baja del servicio a partir de 2025, según detallaba el documento.
Con la incorporación el año pasado de dos Embraer ERJ-140LR, pareciera que la Fuerza Aérea Argentina ha iniciado ese proceso con la adquisición de una plataforma más moderna y con un coste de operación mucho menor en comparación. Sin embargo, a lo largo de 2024 no se ha informado si la flota de aeronaves será expandida en vista de la futura baja de los F-28, la cual tendrá lugar en algún momento.
Conclusiones
Como se expresó previamente, estos son solamente algunos de los proyectos y programas que requieren una definición en el corto plazo, de cara a su concreción posterior. Si bien la incorporación de los cazas F-16 es un gran primer paso, la Fuerza Aérea también requiere un foco de atención en otros segmentos de su aviación.
Seguramente, estimado lector, mencionará que faltan muchas más necesidades, y tiene toda la razón. Posiblemente podríamos mencionar las casi nulas capacidades de control aéreo aerotransportado con que cuenta la fuerza, las cuales son vitales para complementar al sistema de armas F-16; también en términos de guerra electrónica y recolección de inteligencia de señales SIGINT/ELINT son nulas. Otro segmento es el de sistemas de defensa aérea, donde la FAA solo posee sistemas de artillería de cañones y misiles RBS 70 NG de corto alcance, sin tener un verdadero reemplazo de los sistemas Roland dados de baja hace años atrás; y así, un largo etcétera.
La realidad muestra que la adquisición de los F-16 es un gran primer paso que debe ser continuado con nuevos grandes pasos en el corto, mediano y largo plazo para la Fuerza Aérea Argentina en particular, y para las Fuerzas Armadas Argentinas en general.
*Fotografías empleadas a modo de ilustración.
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