El inicio de la producción del nuevo T-7A Red Hawk de la Fuerza Aérea de EE.UU. se pospone hasta 2026

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En el curso del día de ayer, la Fuerza Aérea de EE.UU. (USAF) ha anunciado que el inicio de la producción del nuevo avión de entrenamiento T-7A Red Hawk se pospondrá hasta 2026, esto tras acordar con el fabricante Boeing una prórroga que permita ajustar los procesos productivos de la compañía y desarrollar un plan de estudios más consolidado para los futuros pilotos de la institución formados en el Comando de Educación y Entrenamiento Aéreo (AETC). La aeronave en cuestión está destinada a reemplazar a los antiguos modelos T-38C Talon actualmente en servicio, mismos que cuentan con un historial de servicio de más de seis décadas.

Recogiendo declaraciones de Andrew Hunter, subsecretario de la Fuerza Aérea para Adquisiciones, Tecnología y Logística, para explicar la decisión tomada: “Los programas de adquisición no pueden estancarse, incluso cuando tienen un precio fijo. Por eso he ordenado al equipo del T-7A que implemente actualizaciones para reducir el riesgo y aumentar nuestra confianza en el diseño de la aeronave, todo para garantizar que podamos entregar el T-7A al combatiente cuando sea necesario (…) Estas actualizaciones de adquisición incluyen la expansión de la capacidad de prueba, lo que permite el inicio de las actividades de desarrollo del plan de estudios de AETC y el uso de un enfoque de gestión que incentiva a Boeing a abordar problemas emergentes que no formaban parte del contrato que se firmó en 2018 y a acelerar elementos del programa.”

Cabe recordar en este punto, que el diseño del T-7A Red Hawk fue seleccionado por la USAF en el año 2018 como su futuro avión de entrenamiento a reacción, compitiendo este con los candidatos de Leonardo, que presentó su avión T-100 (derivado del M-346), y de la asociación entre Lockheed Martin y KAI con su T-50 Golden Eagle. Originalmente, se preveía la adquisición de una flota de aeronaves que ascendía a las 350 unidades operativas, considerando que entre el año 2023 y 2024 debía ser alcanzada capacidad operativa inicial (IOC); a día de hoy este hito se alcanzaría recién en 2027.

Por otro lado, debe mencionarse que la Fuerza Aérea estadounidense opera actualmente cinco T-7A Red Hawk de prueba para familiarizarse con las capacidades de la aeronave, estando planificada la llegada de otros cuatro ejemplares de prueba representativos de producción (PRTV) durante el año fiscal 2025. Esto no resulta un dato menor, teniendo en cuenta que para este período la intención de la USAF era avanzar con la compra del primer lote de producción de la aeronave, lo que ahora ocurriría en 2026; previamente se observaron señales negativas para el programa en ese sentido, en tanto el presupuesto para comprar 14 aviones se había reducido a tan sólo 7.

Pasando revista brevemente sobre los problemas que afectaron al programa, y consecuentemente derivaron en su retraso, pueden encontrarse problemas en la cadena de suministros, en las labores de control de calidad y en los asientos eyectores del avión; siendo el problema de este último caso aparentemente resuelto tras llevarse a cabo pruebas en durante el año pasado que verificaron su buen funcionamiento. Agregado a ello, no puede dejar de considerarse que el diseño presentaba problemas de inestabilidad de balanceo en ángulos de ataque elevados, lo que posteriormente se logró solventar con actualizaciones de software.

A pesar de estas cuestiones, la USAF ha manifestado que no se espera caer en un mayores retrasos en lo que refiere al logro de la IOC en 2027, lo que en palabras del propio Hunter se debe a la posibilidad de usar los modelos PRTV para seguir refinando detalles previo a la llegada de las unidades de producción. En esa línea, el secretario afirmaba: “La adquisición de estos PRTV en el año fiscal 2025 también permite a la Fuerza Aérea y a Boeing mejorar la preparación para la fabricación antes de entrar en la fase de producción de toda la serie de más de 350 T-7A (…) La reducción de la superposición entre el desarrollo, las pruebas y la producción reduce la probabilidad de posibles modificaciones costosas de una cantidad significativa de aeronaves.”

*Imagenes empleadas a modo ilustrativo

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Equipo de redacción de El Estratégico

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