Misiones de Paz Cívico-Militares y Humanitarias: ¿Instrumentos de Ayuda o Estrategias de Aprovechamiento?

Fecha:

*Por Daniela Abatecola

Introducción

En la actualidad, el uso de misiones de paz cívico-militares y humanitarias por parte de empresas y países para obtener beneficios propios, en lugar de asistir a las naciones necesitadas, es un tema relevante y controvertido debido a sus posibles implicaciones. Ejemplos destacados incluyen a Leighton Holding en Nigeria, Francia en relación con el litio en este mismo país africano, y China con el cobalto en el Congo. Estas entidades evidencian cómo se aprovechan de las operaciones de paz con fines económicos, desviándose de su verdadero propósito de apoyo a poblaciones en crisis. Tales prácticas generan consecuencias económicas y sociales negativas para los países receptores en lugar de mejorar su situación.

En esta investigación tiene como objetivo examinar cómo ciertas empresas y países se aprovechan de las misiones de paz cívico-militares y humanitarias (enfocándonos principalmente en las desarrolladas por la Organización de las Naciones Unidas – ONU), provocando perjuicios en las naciones que reciben dicha asistencia. Para ello identificaremos patrones recurrentes evaluando el impacto económico y social que estas prácticas en los países afectados. Finalmente, se recomendarán algunas medidas para mejorar la transparencia y la responsabilidad en el uso de las misiones de paz, así como sugerencias para reformas en los mecanismos de supervisión para prevenir futuros abusos.

Misiones de paz Cívico-Militares (CIMIC)

Las misiones CIMIC, denominadas también misiones de paz cívico-militares, conllevan la interacción entre militares, civiles y actores humanitarios para abordar desafíos complejos en zonas de conflicto. Estas misiones pretenden establecer un equilibrio entre los elementos militares y civiles de la paz y la seguridad, enfocándose en fortalecer las capacidades locales y promover la reconstrucción y el desarrollo sustentable.

 Las misiones humanitarias, por su parte, están dirigidas por entidades como la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), etc. y persiguen ofrecer ayuda humanitaria a comunidades vulnerables afectadas por crisis en diversas regiones del mundo. La provisión de alimentos, agua, refugio y atención médica urgente es fundamental para asegurar la supervivencia y el bienestar de quienes se encuentran en situaciones extremas. También, estas organizaciones se centran en proteger a los civiles en medio de conflictos, colaborando estrechamente con autoridades locales y actores clave para garantizar la seguridad y respeto de los derechos humanos.

El papel de las misiones humanitarias es crucial en la respuesta a crisis y en la protección de los derechos humanos, aliviando el sufrimiento, brindando esperanza y contribuyendo a la reconstrucción de comunidades resilientes. En un mundo susceptible a desastres naturales, conflictos armados y crisis humanitarias, estas misiones son indispensables para garantizar la supervivencia y el bienestar de quienes más lo necesitan.

CIMIC y OCHA

Una misión de paz de tipo compleja posee en su estructura elementos CIMIC que se encargan de organizar y coordinar, en una zona de responsabilidad, el trabajo de los múltiples actores involucrados en la asistencia a la población afectada en situaciones de guerra o desastre. Tanto CIMIC como OCHA juegan un papel fundamental e insustituible en la coordinación y ejecución de operaciones en entornos complejos y difíciles. Es menester subrayar que el elemento CIMIC se enfoca meticulosamente en integrar recursos militares, civiles y actores humanitarios con el propósito de abordar de manera eficaz la reconstrucción y el desarrollo sostenible de las comunidades afectadas por conflictos y desastres. En cambio, OCHA se dedica incesantemente a la coordinación de la respuesta humanitaria y a la promoción persistente de la protección de civiles en situaciones de crisis y emergencias.

 Ambas organizaciones desempeñan una función clave en la búsqueda de soluciones y en facilitar una respuesta coordinada en contextos adversos. Es crucial reconocer que el uso inadecuado y con fines egoístas de estas organizaciones por parte de empresas y países para obtener beneficios propios plantea desafíos éticos y prácticos considerables, los cuales demandan atención y acción pronta por parte de la comunidad internacional.

Antecedentes históricos

Los intentos por desarrollar misiones de paz internacionales encuentran sus orígenes en la Liga de Naciones después de la Primera Guerra Mundial; sin embargo, fue tras la Segunda Guerra Mundial cuando la ONU empezó a asumir un rol activo en la preservación de la paz. Históricamente, las misiones de paz han sido implementadas para intervenir en conflictos armados, supervisar tratados de paz, desmovilizar excombatientes, proporcionar asistencia humanitaria, fomentar la democracia y el estado de derecho, proteger los derechos humanos y apoyar la reconstrucción de naciones. Representan un esfuerzo internacional significativo en pro de la estabilidad mundial y la búsqueda de soluciones pacíficas a los problemas globales. Ejemplos notables incluyen la operación de la ONU en el Congo durante la década de 1960, donde se desplegó una fuerza multinacional con el objetivo de mantener la paz y proteger a la población civil. Estos casos representan algunos ejemplos de la diversidad de misiones de paz realizadas a lo largo de la historia. Cada una ha enfrentado desafíos únicos y ha requerido la participación de países y organizaciones dedicados a la construcción de un mundo más seguro y justo. La relevancia de las misiones de paz radica en su capacidad para resolver conflictos, proteger a los más vulnerables y establecer las bases para un futuro pacífico y próspero. A medida que las dinámicas geopolíticas y los desafíos globales evolucionan, es crucial revisar y fortalecer el marco de las misiones de paz, asegurando su eficacia y capacidad de adaptación en un mundo en constante cambio, en donde actores pueden intentar utilizar los importantes recursos destinados a estas misiones en beneficio propio.

Estudios de caso

Los estudios de caso presentados en esta investigación buscan revelar cómo algunas empresas y naciones han utilizado en su beneficio propio las misiones de paz en vez de asistir a las naciones receptoras.

Caso Nº 1 – Leighton Holding en Irak

El impacto de Leighton Holding en Irak a través de su participación en misiones de paz cívico-militares ha sido motivo de controversia y preocupación. Se ha señalado que la empresa ha priorizado sus intereses comerciales por encima de los verdaderos objetivos de la operación, lo que ha generado consecuencias negativas en el país receptor (ABC News, 2022). Esta situación pone de manifiesto la necesidad de establecer controles más estrictos y transparentes sobre la participación de empresas en este tipo de misiones, con el fin de garantizar que se respeten los principios de ayuda humanitaria y desarrollo sostenible (Wiggins, 2023). Asimismo, es crucial promover la rendición de cuentas y la cooperación internacional para evitar que las empresas se beneficien de manera unilateral a expensas de las naciones necesitadas. Solo a través de una regulación clara y efectiva se podrá asegurar que las misiones de paz cumplan con su propósito original y contribuyan al bienestar de las comunidades receptoras.

Leighton Holding ha demostrado ser una empresa inteligente y perspicaz, aprovechando las misiones de paz en Irak para obtener grandes beneficios económicos. Su participación activa en operaciones CIMIC le ha asegurado contratos lucrativos y la realización de proyectos de construcción que han impresionado al mundo entero. Aunque ha generado ganancias significativas y ha contribuido al desarrollo económico del país, la empresa ha descuidado el desarrollo social, la ayuda humanitaria y el bienestar de la población local. Esto tal es así que también paradójicamente la empresa Leighton utiliza el nombre CIMIC para algunos negocios. Este comportamiento oportunista pone en evidencia la explotación de las operaciones de paz en beneficio propio, sin un compromiso real con el desarrollo sostenible y la igualdad de oportunidades (Ferguson, Adele and Gillett, Chris, 2022).

Caso N 2 – Francia y el uranio en Nigeria

La participación de Francia en la explotación de uranio en Nigeria escudándose en el desarrollo de misiones para el establecimiento de paz de tipo cívico-militar, ha sido objeto de numerosas críticas por parte de la comunidad internacional. A pesar de las urgentes necesidades de desarrollo y estabilidad en Nigeria, Francia ha priorizado sus intereses comerciales sobre el verdadero propósito que poseen las operaciones de paz desvirtuando su altruista finalidad. El análisis de este caso ilustra cómo ciertos países pueden utilizar las misiones de paz para obtener recursos naturales en beneficio propio, en lugar de promover el bienestar de la nación receptora. A modo de introducción traemos a colación conceptos vertidos por Leonard Mbulle-Nziege y Nic Cheeseman en su artículo para BBC Mundo que desentraña el papel de Francia en la ola de golpes militares que ocurrieron en África occidental

“François-Xavier Verschave, un destacado economista francés, acuñó el término “Françafrique” para referirse a una relación neocolonial que oculta “la criminalidad secreta en los más altos niveles de la política y la economía francesas”.
Estos vínculos, alegó, resultaron en la “apropiación indebida” de grandes sumas de dinero.
Aunque los gobiernos franceses recientes han tratado de distanciarse de Françafrique, hay constantes recordatorios de las problemáticas relaciones y los intereses comerciales entre Francia y África, que incluyen flagrantes casos de corrupción.
Por lo tanto, es fácil entender por qué un nigerino declaró a la BBC: “Desde que era niño me opongo a Francia. Explotaron todas las riquezas de mi país, como el uranio”. (2023 BBC).

Sin embargo, esta problemática no es exclusiva de Francia, ya que otros países también han sido señalados por su participación en situaciones similares. Es vital que la comunidad internacional tome medidas concretas y efectivas para garantizar que las misiones de paz se utilicen para promover el desarrollo sostenible y la paz duradera, en lugar de ser aprovechadas para fines egoístas y destructivos que socavan la confianza y la cooperación entre las naciones.

Caso Nº 3 – China, el litio y el cobalto en el África

La explotación de litio y cobalto en África por parte de China ha generado preocupación debido a la falta de distribución equitativa de los beneficios. A pesar de las enormes reservas de recursos naturales en la región, las comunidades locales no han experimentado mejoras significativas en su calidad de vida. Tal como lo señalan Edward Burrier Thomas Sheehy en su escrito: China, al igual que otras empresas y países, ha utilizado las misiones de paz cívico-militares y humanitarias para obtener acceso a estos recursos, sin garantizar una distribución equitativa de los beneficios. Esta situación pone de manifiesto la necesidad de establecer mecanismos claros y efectivos para asegurar que la explotación de recursos naturales contribuya al desarrollo sostenible de los países receptores (2023).

La cooperación internacional y la transparencia son fundamentales para garantizar que los beneficios de la explotación sean compartidos de manera justa y que el impacto ambiental sea gestionado de manera responsable. Es aquí en donde observamos que la ONU, como ente supervisor, deben jugar un papel activo en la regulación y supervisión de estas actividades, asegurando que se respeten los derechos de las comunidades locales y se promueva su desarrollo integral.

El rol de las Naciones Unidas

Por lo general, las misiones de paz cívico-militares y humanitarias a nivel global, son cuidadosamente supervisadas y reguladas por la ONU, que se esfuerza por garantizar el cumplimiento óptimo de los mandatos y objetivos establecidos. Para ello colabora eficazmente con otros actores internacionales y regionales para enfrentar desafíos globales como el cambio climático, el terrorismo y la pobreza extrema. En resumen, esta organización trabaja incansablemente para construir un mundo más justo, pacífico y equitativo para todos. En ese rol consideramos que debe profundizaren el fortalecimiento de los mecanismos de supervisión y control en todas las misiones, particularmente en aquellas que desempeñan un rol de ayuda a las comunidades afectadas por crisis o desastres. Esto requerirá de transparentes mecanismos de rendición de cuentas de las partidas asignadas, así como también normas claras que regulen la participación de la explotación o comercialización de los recursos locales.

Efectos por el uso o aprovechamiento indebido de recursos

El impacto de las empresas y países que aprovechan las misiones de paz para sus propios intereses en lugar de ayudar a los países receptores es significativo, ya que socava los esfuerzos de reconstrucción y desarrollo. Estas prácticas egoístas y depredadoras generan divisiones sociales, corrupción y desigualdades económicas. En lugar de contribuir al progreso de las naciones necesitadas, estas acciones exacerban el sufrimiento de la población, aumentando la dependencia y la inestabilidad. Las consecuencias económicas y sociales derivadas del uso inapropiado de las misiones de paz cívico-militares y humanitarias por empresas y países para su propio beneficio son devastadoras. Detraen recursos vitales de las naciones receptoras, agotan sus reservas naturales y debilitan su infraestructura. Además, estas prácticas generan desconfianza en las instituciones internacionales y desaniman la cooperación para la verdadera ayuda humanitaria, perpetuando así el ciclo de pobreza y desigualdad en lugar de aliviar el sufrimiento de las comunidades vulnerables.

Conclusiones

En síntesis, esta investigación revela que entidades como Leighton Holding y naciones tales como Francia y China han aprovechado las misiones de paz, tanto cívico-militares como humanitarias, para obtener beneficios propios en lugar de brindar asistencia a los países necesitados. La opacidad y la falta de rendición de cuentas, sumadas a la connivencia de la ONU, facilitan la perpetuación de estas prácticas nocivas en detrimento de los países destinatarios. Es imperativo reformar los mecanismos de monitoreo de misiones y reforzar la responsabilidad corporativa para evitar que estas operaciones se conviertan en meros negocios que explotan las necesidades de las naciones en desarrollo. Los principales hallazgos de la investigación destacan el uso indebido de las misiones de paz civiles-militares y humanitarias por parte de empresas y países para su propio beneficio, en perjuicio de los países receptores. La explotación de recursos naturales, la falta de ética empresarial y la complicidad de organizaciones como la ONU subrayan la necesidad urgente de reformar los mecanismos de control y regulación, así como de fortalecer la transparencia y la rendición de cuentas. Estos resultados destacan la importancia de abordar este problema para garantizar que las misiones de paz cumplan su objetivo primordial de ofrecer ayuda humanitaria y fomentar la paz y el desarrollo sostenible.

Aunque tanto los elementos CIMIC en una misión como los pertenecientes a OCHA desempeñan un papel crítico en la coordinación y ejecución de operaciones en entornos difíciles, es indispensable atender los desafíos éticos y prácticos que surgen de su uso inapropiado. La comunidad internacional debe trabajar conjunta y decididamente para garantizar que estas organizaciones se utilicen de manera responsable y efectiva, buscando una ayuda humanitaria que sea verdaderamente beneficiosa y sostenible para quienes más la necesitan. Solo a través de un compromiso colectivo y un enfoque colaborativo podremos enfrentar exitosamente los desafíos y promover un mundo más justo y equitativo para todos.

Recomendaciones y propuestas

Tal como hemos expresado precedentemente, estamos convencidos que para prevenir un uso inadecuado de recursos es fundamental fortalecer la transparencia y la rendición de cuentas en las operaciones de misiones de paz cívico-militares y humanitarias para evitar cualquier uso inadecuado de estos mecanismos. Tanto empresas como países deben ser obligados a informar detalladamente sobre sus actividades y resultados, así como a permitir una supervisión independiente de sus acciones en estas misiones para asegurar que su participación beneficie realmente a las naciones necesitadas. Para ello señalamos cinco ejes fundamentales de gestión:

Eje 1 – Implementación de Adecuados Mecanismos de Control y Regulación

Los mecanismos de control y regulación desempeñan un rol esencial en la supervisión de las actividades de empresas y naciones en misiones de paz cívico-militares y humanitarias. Estos mecanismos deben asegurar que las operaciones se conduzcan de manera ética y conforme a los principios y normas internacionales. Además, deberán evaluar el cumplimiento de los compromisos adquiridos y de investigar posibles prácticas abusivas o inapropiadas por parte de las entidades involucradas en estas misiones.

Eje 2 – Firma de Instrumentos Legales Internacionales

Los instrumentos legales internacionales, tales como tratados, convenciones y acuerdos, son esenciales para establecer un marco jurídico que regule las acciones de empresas y naciones en misiones de paz cívico-militares y humanitarias. Estos instrumentos deben prevenir la explotación de recursos naturales, proteger los derechos humanos y fomentar el desarrollo sostenible de los países receptores. Además, reflejar las responsabilidades legales y las sanciones para aquellos que infrinjan las normas y principios establecidos.

Eje 3 – Diseño de una Responsabilidad Corporativa Efectiva

Su diseño adecuado implica que las empresas asuman las consecuencias de sus actos en misiones de paz cívico-militares y humanitarias, tanto en el ámbito social como en el ambiental y económico. Esto incluye la obligación de resarcir daños, implementar prácticas empresariales responsables y transparentes, y colaborar con las autoridades y organizaciones internacionales para asegurar el cumplimiento de las normativas. Asimismo, implica rendir cuentas ante la comunidad internacional y las naciones receptoras.

Eje 4 – Fortalecimiento de la transparencia y rendición de cuentas

Para lograrlo es preciso implementar reformas en los mecanismos de supervisión de misiones, asegurando la existencia de regulaciones más estrictas y sanciones claras para aquellos que abusen de estas operaciones. Además, se deberá fomentar la participación de organizaciones internacionales de derechos humanos y de la sociedad civil en la supervisión de las actividades de las empresas y países involucrados, garantizando así un mayor control y transparencia en sus acciones.

Eje 5 – Reformas en los mecanismos de supervisión de misiones

Estas reformas son fundamentales dado que son las que mostrarán la eficacia o no de todo lo que se implemente en los otros ejes. Para su diseño se debe tener en cuenta que los mecanismos de supervisión de misiones deberán incluir la creación de un sistema de seguimiento más riguroso, que permita identificar y prevenir el uso indebido de estas misiones para beneficio propio. Asimismo, es esencial establecer mecanismos de denuncia accesibles y seguros para las comunidades afectadas, permitiéndoles reportar cualquier evidencia de explotación por parte de empresas y países, asegurando que dichas denuncias sean investigadas de una manera eficaz y transparente.

Conclusión Final

La necesidad de evitar el aprovechamiento de misiones de paz por parte de empresas u organizaciones inescrupulosas es fundamental para garantizar que estas intervenciones cumplan su verdadero propósito: brindar asistencia y apoyo a las poblaciones en crisis. Cuando las misiones de paz se utilizan como herramientas para obtener beneficios económicos, se socavan los principios de solidaridad y cooperación internacional, lo cual resulta devastador tanto para las comunidades que necesitan ayuda como para la ONU, comprometiendo su buen nombre y prestigio.

Por esto dejamos planteada las preguntas éticas y prácticas sobre la verdadera naturaleza de la ayuda internacional y el desarrollo que debe contribuir a producir en una población afectada. Es fundamental que estas misiones se realicen con un enfoque centrado en las necesidades de las comunidades locales y que se establezcan mecanismos de rendición de cuentas para garantizar que no se conviertan en herramientas de explotación o manipulación. La colaboración entre actores internacionales, gobiernos y comunidades locales es esencial para asegurar que estos esfuerzos sean realmente efectivos y sostenibles.

Consideramos que es imprescindible que la comunidad internacional adopte medidas concretas y decididas para abordar estos desafíos. Esto conlleva fortalecer los marcos legales y éticos que regulan el uso de estas organizaciones, además de asegurar una supervisión y rendición de cuentas rigurosas para prevenir cualquier forma de explotación o manipulación. Asimismo, es vital fomentar una mayor transparencia y cooperación entre los actores involucrados, con el objetivo de garantizar que las operaciones se lleven a cabo de manera efectiva y en beneficio real de las comunidades afectadas.

Referencias Bibliográficas

Tal vez te interese Las operaciones de las Naciones Unidas en Sierra Leona

Publicidad

Si te gustó este artículo, seguinos con un click en y suscribite a nuestros videos en YouTube .

Redaccion
Redaccionhttp://www.elestrategico.com
Equipo de redacción de El Estratégico

Dejá una respuesta

Compartí esta noticia

Suscribite a El Estratégico

Más leídas

Noticias
Últimas