Buscando avanzar en la producción del nuevo motor F130 para los bombarderos B-52J modernizados de la Fuerza Aérea de Estados Unidos (USAF), Rolls Royce ha anunciado que completó con éxito una revisión crítica de diseño del mismo, lo que le permitirá dar el paso hacia los últimos pasos del desarrollo previo a su testeo e incorporación final en la aeronave. Los testeos en cuestión, al igual que parte de las pruebas registradas con anterioridad, fueron realizados en el Centro Espacial Stennis que la NASA ha abierto para el proyecto.
Ahondando en detalles, la compañía británica ha manifestado en su comunicación oficial que tras el éxito en esta revisión, espera poder comenzar las pruebas de altitud de cara al mes de febrero del próximo año; previendo a su vez que estas se concreten en el Complejo de Desarrollo de Ingeniería Arnold de la Fuerza Aérea de EE.UU. en Tullahoma (en el estado de Tennessee). Cabe recordar en este punto, que el proyecto es producto de la cooperación entre la mencionada Rolls Royce, Boeing y la propia USAF, llevando cerca de dos años en desarrollo.
Al respecto Candice Bineyard, quién funge como directora de Ciclo de Vida Inicial y Programas Navales de Defensa, declaraba: “Estamos muy orgullosos de haber entregado el CDR del F130 a tiempo para el B-52J y estamos agradecidos por nuestra continua colaboración con la Fuerza Aérea de los EE. UU. y Boeing. Durante la fase de diseño detallado, nuestros equipos han ejecutado un proceso riguroso en estrecha colaboración con nuestros socios. Estamos entusiasmados por comenzar el trabajo de producción para entregar este increíble y altamente confiable motor para el B-52J”.
Por otra parte, resulta útil traer a colación que Rolls Royce ya logró completar también las llamadas “pruebas a nivel del mar” del motor F130 en sus instalaciones de Indianápolis, esto durante el mes de agosto del año en curso. Dicha evaluación le permitió a la compañía recopilar una serie de datos críticos de rendimiento al ejecutar la versión inicial del software del motor en la celda de prueba, misma en la que Rolls Royce invirtió más de mil millones de dólares a fines de modernizarla. Dentro de dichas instalaciones, también se llevaría a cabo la fabricación y ensamblaje de los nuevos motores, tratándose del complejo más grande que la empresa sostiene en los EE.UU.
Finalmente, ha de mencionarse que una vez que se concreten las pruebas correspondientes, la USAF espera poder comenzar a reemplazar con sus nuevos motores F130 a los antiguos modelos TF33-PW-103 de Pratt & Whitney. Los planes en cuestión fueron dados a conocer durante el año 2021, enmarcándose dentro del Programa de Sustitución de Motores Comerciales B-52 (CERP), el cuál fue emprendido por la fuerza con el objetivo de lograr encontrar un sustituto para motores ya obsoletos y cuyo mantenimiento se torna más complejo con el pasar del tiempo a causa de la falta de componentes; llegando a considerarlos imposibles de sostener para la próxima década.
*Imagenes empleadas a modo ilustrativo
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