El primer año del gobierno de Javier Milei se ha destacado por un cambio significativo en la estrategia de inserción internacional de Argentina. Su enfoque libertario ha llevado a un rediseño en la política exterior, priorizando acuerdos bilaterales con grandes potencias y diversificando las relaciones comerciales. A continuación, exploraremos en detalle los avances en el área del comercio internacional.
Profundización del vínculo con Estados Unidos
La relación entre Argentina y Estados Unidos se fortaleció considerablemente tras la llegada de Donald Trump a la presidencia estadounidense en 2024. Javier Milei ha declarado su intención de avanzar hacia acuerdos comerciales más profundos que permitan a Argentina ampliar su mercado de exportaciones, especialmente en productos agrícolas como soja, maíz y carne. Según cifras preliminares de la Secretaria de Industria y Comercio de la Nación, las exportaciones a Estados Unidos crecieron un 12% en términos interanuales, alcanzando los 7.500 millones de dólares para noviembre de 2024.
Durante estas reuniones, ambos países exploraron la posibilidad de reducir aranceles para productos estratégicos, una medida que podría ahorrar a las empresas argentinas hasta 1.200 millones de dólares al año. Además, se identificaron áreas clave de cooperación en tecnología y energía, particularmente en torno al desarrollo de energías renovables y la explotación de litio en el norte de Argentina.
Un cambio estratégico en la relación con China
A pesar de su retórica inicial crítica hacia China, Milei adoptó un enfoque pragmático tras asumir el poder. Reconoció la importancia de mantener la relación con el segundo mayor socio comercial de Argentina. Este cambio estratégico quedó evidenciado en su reunión con Xi Jinping durante la cumbre del G20, donde acordaron ampliar las exportaciones argentinas de productos agrícolas como carne vacuna, vino y cereales. Según datos oficiales, las exportaciones hacia China aumentaron un 18% en 2024, representando ingresos cercanos a los 11.300 millones de dólares.
Además de China, el gobierno de Milei impulsó un acercamiento con India y Japón, países que representan mercados estratégicos para productos como harina de soja y aceite de girasol. Las exportaciones a estos destinos crecieron un 10% en 2024, reflejando el éxito de esta estrategia. En el caso de África, el gobierno inició acuerdos preliminares con Sudáfrica y Nigeria, enfocados en el comercio de alimentos y maquinaria agrícola.
La relación con la Unión Europea y el Mercosur
El logro más destacado en materia de comercio exterior por parte del gobierno de Milei se basó en revitalizar los esfuerzos para avanzar en el acuerdo de libre comercio entre el Mercosur y la Unión Europea. Aunque las negociaciones enfrentaron desafíos históricos, como las políticas ambientales de la UE y los subsidios agrícolas, Argentina está buscando liderar un bloque más cohesivo dentro del Mercosur para presionar por la eliminación de barreras arancelarias que beneficiarían especialmente a las exportaciones agroindustriales.
En el ámbito regional, el Mercosur sigue siendo un espacio clave para Argentina, pero las relaciones con Brasil han sido tensas. Las divergencias ideológicas entre Milei y Luiz Inácio Lula da Silva han dificultado la coordinación en temas estratégicos, lo que limita la capacidad del bloque para avanzar en negociaciones colectivas, como el acuerdo con la Unión Europea. Además, las políticas de Milei, que buscan flexibilizar las normativas del Mercosur para permitir acuerdos bilaterales, han generado resistencias internas dentro del bloque que serán difíciles de sortear.
Desafíos estructurales y perspectivas a futuro
El mayor desafío para la estrategia comercial de Milei radica en la estructura misma de la economía argentina. Con una alta concentración en productos primarios y un bajo desarrollo de sectores tecnológicos e industriales avanzados, el país enfrenta barreras significativas para competir en mercados globales de alto valor agregado. Las tensiones políticas internas y la falta de un plan coordinado de desarrollo industrial agravan estas limitaciones.
A largo plazo, el éxito de la política comercial de Milei dependerá de la implementación de reformas que aumenten la productividad y competitividad del aparato industrial argentino. Esto incluye mejoras en infraestructura, incentivos para la innovación tecnológica y un enfoque más equilibrado entre apertura comercial y protección de sectores estratégicos.
Este balance mixto refleja el inicio de una reconfiguración comercial que, aunque prometedora en algunos aspectos, enfrenta una serie de desafíos que requerirán soluciones estructurales para garantizar un desarrollo sostenible en los próximos años.
Te puede interesar: A un año de gestión en Cancillería – La relación de Argentina con la región y el impacto en la relación con Brasil y el Mercosur
Si te gustó este artículo, seguinos con un click en y suscribite a nuestros videos en YouTube .