El pasado martes, Japón anunció que buques y un submarino de la Armada de Rusia fueron detectados navegando en aguas próximas a Taiwán, entre la isla Yonaguni e Iriomote. Según las Fuerzas de Autodefensa del país nipón, se avistaron buques de la clase Ingul y un submarino clase Kilo en dirección al Mar de China Oriental.
Fue notificado que los buques y el submarino no violaron las aguas territoriales de Japón, aunque se desplegó un buque de apoyo de combate y un avión de vigilancia P-3 Orion en pos de realizar operaciones de alerta y reconocimiento. En este contexto, y luego de un aumento de la presencia militar de China y Rusia en sus aguas, las preocupaciones aumentan para Japón y la región.
Cabe recordar que el pasado mes de septiembre, Rusia y China iniciaron ejercicios navales conjuntos en el marco del ejercicio “Ocean-2024”. Las maniobras, que abarcaban los océanos Pacífico y Ártico, el Mar Mediterráneo, Caspio y Báltico, tenían como objetivo “comprobar en detalle los aspectos clave de la preparación para el combate”, en palabras de Putin.
Pero la actividad militar conjunta entre Rusia y China es cada vez más frecuente, motivo por el cual Japón ha aumentado cada vez más la vigilancia de sus costas. Asimismo, el incidente reciente ocurre luego de que un buque chino sea avistado navegando al este de la isla de Miyako, en el suroeste de Japón, el pasado domingo.
No obstante, la región en su totalidad se encuentra alerta. Aunque es la primera vez que un submarino de la Armada rusa navega por dicha zona, Filipinas había informado el día anterior sobre el submarino clase Kilo en el Mar de China Meridional.
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