El subjefe del Estado Mayor de la Defensa británica, Rob Magowan, afirmó ante el Parlamento que las fuerzas armadas del Reino Unido estarían listas para entrar en combate de inmediato si la situación en Europa del Este así lo requiere. Esta declaración, realizada en el marco de un encuentro con la Comisión de Defensa de la Cámara de los Comunes, subraya la postura del Reino Unido frente a posibles agresiones rusas en la región.
Una advertencia clara en un contexto de tensión
Magowan señaló: “Si al Ejército británico se le pidiera que luchara esta noche, lo haría”. Estas palabras fueron una respuesta a las crecientes inquietudes por una potencial escalada militar rusa, particularmente después de su invasión a gran escala en Ucrania. Países bálticos como Letonia y Estonia, así como Finlandia, han expresado alarma ante los movimientos rusos, incluida la reciente advertencia finlandesa sobre el sabotaje de infraestructura crítica.
En línea con el artículo 5 del tratado de la OTAN, que estipula que un ataque contra un miembro es considerado un ataque contra todos, el Reino Unido reafirma su compromiso con la defensa colectiva. Sin embargo, esta firme retórica llega en un momento donde la capacidad militar del Reino Unido ha sido puesta en duda debido a restricciones presupuestarias y recortes en su equipamiento.
Capacidad militar en revisión
El ejército británico enfrenta desafíos significativos: actualmente, su tamaño es el más reducido desde 1700. Además, el secretario de Defensa británico, John Healey, destacó recientemente el deterioro de las fuerzas armadas, calificándolo como “peor de lo esperado”. Esto ocurre en el marco de una Revisión Estratégica de la Defensa, que incluye la desactivación de cinco buques de guerra y la retirada de varios helicópteros y drones.
A pesar de estas limitaciones, Magowan enfatizó la importancia de aumentar la letalidad y la capacidad operativa de las fuerzas armadas británicas. Como parte de este esfuerzo, el Ministerio de Defensa anunció la reciente finalización de pruebas con el sistema de artillería móvil Archer, un obús diseñado para despliegues rápidos. Estas pruebas se realizaron durante ejercicios de la OTAN en Finlandia, destacando la cooperación militar entre los aliados.
Contexto estratégico en Europa del Este
Las naciones bálticas y los países del flanco oriental de la OTAN ven con preocupación la agresividad rusa. Finlandia, que comparte una extensa frontera con Rusia, ha reforzado sus advertencias de seguridad tras incidentes en infraestructura clave.
Mientras tanto, la OTAN se mantiene vigilante frente a posibles escenarios de escalada, reforzando su presencia en Europa del Este y realizando ejercicios conjuntos
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