En el curso de la semana pasada, la empresa noruega Kongsberg anunció que le ha sido adjudicado un nuevo contrato por la Armada y el Cuerpo de Marines de EE.UU., teniendo como objetivo suministrar a ambas fuerzas con nuevos misiles antibuque NSM. Se trata de un contrato que prevé la entrega de dicho armamento por un plazo de cinco años, representando un ingreso de 10.000 millones de coronas noruegas para la compañía, mismas que se pueden transformar en 12.000 millones en caso de ejercerse las opciones estipuladas en el acuerdo.
Al respecto el presidente y director ejecutivo de Kongsberg, Geir Håøy, ha afirmado que: “Este contrato es el mayor contrato de misiles en la historia de Kongsberg y un hito importante para nosotros. Nos complace que Estados Unidos haya elegido a Kongsberg como socio industrial y esperamos seguir cooperando para apoyar las capacidades de defensa de Estados Unidos y crear valor para importantes partes interesadas en Noruega y Estados Unidos.”
En ese sentido, resulta útil recordar que el sistema NSM se constituye como la piedra angular del Programa de Sistema de Armas Over-the-Horizon (OTH-WS) de la Armada de EE.UU., considerando que ya está siendo integrado tanto a los problemáticos Buques de Combate Litoral y en el diseño de la futura clase de fragatas Constellation. Cabe recordar en este punto que la fuerza ya ha realizado los primeros testeos del misil en uno de sus destructores Arleigh Burke, el USS Fitzgerald (DDG 62), teniendo como marco la realización de los ejercicios RIMPAC 2024.
Para el caso del Cuerpo de Marines, Kongsberg ha aseverado en su comunicado oficial que el nuevo misil sería parte importante del programa Sistema de Interdicción de Buques Expedicionarios de la Armada (NMESIS), representando junto al pedido de la Armada un importante aumento de demanda. Esto último no es un dato menor, en tanto la compañía noruega ha decidido en consecuencia abrir una nueva sede en el condado de James City (estado de Virginia) para poder responder a ella.
Siguiendo esa línea el presidente de Kongsberg Defence & Aerospace, Eirik Lie, declaraba: “Este contrato es un ejemplo de la fuerte demanda que vemos de nuestros misiles de ataque en la OTAN y en los países aliados, por lo que este año hemos abierto una nueva fábrica de misiles en Noruega y hemos anunciado la apertura de dos instalaciones en Australia y Estados Unidos. El contrato de adquisición plurianual proporciona a KONGSBERG y a todos nuestros subproveedores estabilidad en toda la cadena de suministro y en la fuerza laboral.”
Por lo pronto, ha de recordarse que el nuevo sistema NSM ya logró hacerse un hueco en diversos procesos de selección alrededor del mundo, siendo algunos ejemplos ilustrativos los casos de Australia, Alemania, el Reino Unido, España y los Países Bajos, entre otros. Siendo desplegado por primera vez en 2012, a través de buques de la Armada Noruega, el misil destaca por su alcance estimado de 200 kilómetros y su ojiva explosiva de 120 kilos. En suma, cada ejemplar integra el llamado sistema de Reconocimiento Autónomo de Objetivos (ATR), el cuál le brinda la capacidad de realizar ataques de precisión con trayectorias al ras del mar; incluso con maniobras evasivas para contrarrestar las defensas enemigas.
*Imagenes empleadas a modo ilustrativo
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