La amenaza de China es más difícil de entender para el público estadounidense que lo que ocurre en Ucrania y Medio Oriente

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La amenaza de China es más difícil de entender para el público estadounidense que lo que ocurre en Ucrania y Medio Oriente, explicó el martes Kathleen Hicks, la segunda al mando civil del Pentágono.

La amenaza China en medio de múltiples crisis globales

Hicks, subsecretaria de Defensa, mencionó que la “modernización y expansión implacables” del Ejército Popular de Liberación, orientadas a respaldar sus aspiraciones globales, constituyen el “desafío de ritmo” que China le plantea a EE. UU.

El término “policrisis”, que se refiere a la simultaneidad de crisis como las de China-Taiwán, Ucrania y Oriente Medio, es “la norma del día”, comentó durante un evento organizado por el Centro de Estudios Estratégicos Internacionales.

Para gestionar estas crisis, señaló que es importante “tener una Estrella del Norte”, es decir, una estrategia capaz de adaptarse a la realidad sin perder de vista las prioridades nacionales. Para lograrlo, es clave “diseñar y gestionar la fuerza” de manera que sea lo suficientemente flexible para ser efectiva en varios frentes simultáneamente, explicó Hicks.

El 40 % del presupuesto del Departamento de Defensa se destina a programas orientados a las personas, como salarios, compensaciones, capacitación y equipo, así como el apoyo a las familias de los miembros del servicio. Hicks subrayó los progresos realizados en la reducción de las agresiones sexuales dentro de las filas y el mayor enfoque en la prevención del suicidio.

La ventaja de Occidente sobre China y Rusia

En cuanto al “lado del talento”, las estadísticas indican que “tenemos una excelente retención” entre los miembros del servicio, y en “el reclutamiento, estamos en buena forma”. Sin embargo, advirtió que esto podría cambiar, ya que cada vez menos jóvenes provienen de familias con antecedentes de servicio militar.

En el ámbito civil, Hicks expresó su deseo de “desarrollar [esfuerzos en el Departamento de Defensa] para tener una Política de Gestión del Talento” que muestre el valor de servir en el gobierno. Al responder una pregunta del público, mencionó que esto implica eliminar obstáculos para postular a carreras gubernamentales y acortar el prolongado proceso de obtención de autorizaciones de seguridad.

A nivel estratégico, Hicks destacó que el Pentágono tiene una “ventaja asimétrica” sobre China y Rusia: Estados Unidos cuenta con aliados y socios que comparten valores y están dispuestos a colaborar con Washington.

“Somos una red alineada en valores”, afirmó. Esto quedó demostrado claramente con la disposición de los aliados en Europa y el Pacífico para “decir la verdad” cuando Rusia invadió Ucrania en 2022. Desde entonces, estos aliados han demostrado su voluntad de “mantenerse firmes y apoyar a Ucrania en su defensa” mientras la guerra se prolonga.

Obstáculos al interior del Pentágono

“No existe una solución mágica” en el conjunto de herramientas del Departamento para enfrentar todos los desafíos que enfrenta una organización como el Pentágono, indicó Hicks. La escala es enorme: 3 millones de empleados y una junta directiva de 535 miembros. Además, el Pentágono opera globalmente con sistemas heredados mientras avanza en el desarrollo de software que demanda agilidad y flexibilidad en las operaciones de combate.

Las dificultades para innovar dentro del Pentágono empiezan con el Congreso, que debe recurrir a resoluciones continuas para mantener el gobierno operativo, explicó Hicks. “No se puede innovar… si no se puede empezar”, dijo. Mientras no se apruebe el presupuesto, el gobierno debe operar con los niveles de gasto de programas aprobados el año anterior, lo que implica que “no se puede recuperar ese tiempo”, añadió.

Otra barrera para la innovación es la cultura del Pentágono, que no promueve la “rendición de cuentas” entre el personal. Sin embargo, este es el “modo normal de hacer negocios” fuera del gobierno, afirmó.

Uno de los mayores cambios culturales que desearía ver es una mayor disposición para “aceptar el rojo” en la transmisión de datos reales, lo que implica reconocer lo que no está funcionando según lo esperado. Este intercambio de datos precisos puede mejorar el rendimiento y la seguridad. Un ejemplo que proporcionó fue la seguridad alimentaria.

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