China y Tailandia dieron inicio a “Strike-2024”, un ejercicio militar conjunto de 11 días que se lleva a cabo en la ciudad china de Kunming, en busca de fortalecer las relaciones bilaterales en materia de defensa. Según informó el People’s Liberation Army Daily, las maniobras, que se centran en operaciones antiterroristas y rescates de rehenes, incluyen el uso de tecnología avanzada como drones y dispositivos de reconocimiento no tripulado.
En este sentido, el objetivo de este ejercicio es mejorar las capacidades operativas conjuntas de defensa “en situaciones complejas”, como terrenos difíciles de montaña y jungla. Además, contrarrestar las actividades delictivas transfronterizas y las amenazas de seguridad no tradicionales para “contribuir positivamente a la estabilidad regional”, informó el documento, citado por My News.
Luego de la ceremonia de apertura, las tropas tailandesas observaron de cerca las técnicas de combate del Ejército Popular de Liberación de China (EPL), adquiriendo experiencia con armamento ligero y tecnología china. Durante una práctica, los soldados tailandeses probaron rifles de asalto Tipo 95-1 de fabricación china, un cambio significativo para un ejército que históricamente ha utilizado armas estadounidenses.
Este es el séptimo ejercicio “Strike” entre ambos países, reflejando la creciente colaboración en defensa entre Tailandia y China. Aunque Tailandia es un aliado tradicional de Estados Unidos, el hecho de que estreche sus lazos con el gigante asiático enciende las alarmas en la comunidad internacional, ya que “los ejercicios reflejan un enfoque en tácticas de combate que podrían ser relevantes en conflictos de menor escala”, comentó Fu Qianshao, exoficial del EPL y analista militar.
Una estrategia de China en el sudeste asiático
El fortalecimiento de la relación militar entre China y Tailandia también se observa en la creciente venta de armas de Pekín a Bangkok. Según el Instituto Internacional de Investigación para la Paz de Estocolmo, China fue el principal proveedor de armas de Tailandia entre 2019 y 2023, representando el 44% de las importaciones de armamento. Este crecimiento se produce en medio de la presión de Estados Unidos por mantener su influencia en la región.
China viene intensificado su presencia militar en el sudeste asiático con otros ejercicios conjuntos, como el “Dragón Dorado” con Camboya y el “Escudo de la Amistad” con Laos. En este contexto, el ejercicio “Strike-2024” subraya, una vez más, la intención del gigante asiático de fortalecer la cooperación con países de la región, lo que podría tener implicaciones significativas tanto para la estabilidad regional como la rivalidad geopolítica con Estados Unidos.
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