Este viernes, la Unión Europea impuso nuevos aranceles contra los vehículos eléctricos chinos, en una decisión que se espera genere una reacción de Pekín. Los aranceles, que entrarán en vigor el 31 de octubre, fueron aprobados tras una votación a puerta cerrada entre los 27 estados miembros del bloque europeo.
Invasión de vehículos eléctricos chinos en Europa
La medida se da luego de que una investigación por subsidios demostrara que los vehículos eléctricos fabricados en China estaban alterando el mercado europeo. Tras la votación, la Comisión Europea afirmó en un comunicado que había “obtenido el apoyo necesario de los estados miembros de la UE para la adopción de aranceles”.
Esto representa una victoria para la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, quien, respaldada por Francia, abogó por tomar acciones contra lo que ha descrito como una “avalancha” de vehículos eléctricos subsidiados y a bajo precio provenientes de China hacia el mercado europeo.
Para Pekín, esta decisión será difícil de aceptar. China, junto con Alemania, había presionado intensamente en contra de los aranceles, y ha desafiado esta medida en la Organización Mundial del Comercio. Además, Pekín ha lanzado varias investigaciones comerciales en represalia.
¿De cuánto son los aranceles?
Los aranceles varían desde un 7,8% para Tesla hasta un máximo del 35,3% para la empresa estatal SAIC Motor y otras compañías que no cooperaron con la investigación de subsidios de la UE. Por su parte, los vehículos eléctricos de BYD enfrentarán un arancel adicional del 17%, mientras que los de Geely tendrán un 18,8%. Todos estos se suman a un arancel base del 10% que se aplica a todos los vehículos eléctricos importados a la UE desde China.
La Comisión Europea justificó los aranceles como una medida necesaria para contrarrestar el impacto de los subsidios del estado chino en su sector automotriz eléctrico, argumentando que estos subsidios permitían a las marcas chinas vender sus autos a precios más bajos que los modelos europeos.
La votación marca un hito en lo que se considera una de las mayores disputas comerciales entre la UE y China, aunque la controversia no está resuelta y podría desatar una guerra comercial largamente anticipada.
A pesar de esto, las negociaciones para buscar una solución continuarán, aunque hasta ahora no han dado resultados. Las empresas chinas han propuesto establecer un precio mínimo para sus exportaciones, pero la UE ha rechazado estas ofertas, insistiendo en que los precios deben reflejar el impacto de los aranceles.
La votación de los países de la Unión Europea
“En paralelo, la UE y China siguen trabajando arduamente para explorar una solución alternativa que tendría que ser totalmente compatible con la OMC, adecuada para abordar la subvención perjudicial establecida por la investigación de la comisión, monitoreable y ejecutable”, afirmó la Comisión.
De los 27 estados miembros, cinco (Alemania, Hungría, Malta, Eslovenia y Eslovaquia) votaron en contra de los aranceles, según fuentes diplomáticas. Hubo 10 votos a favor y 12 abstenciones, que, en la práctica, cuentan como apoyo a los aranceles, ya que era necesaria una mayoría de bloqueo para detener la medida.
Al no alcanzar los 15 votos necesarios para impedir la aprobación, la Comisión tiene ahora la autoridad para formalizar los aranceles antes del 30 de octubre, con el objetivo de que entren en vigor al día siguiente. Los estados más grandes, como Francia, Italia, Países Bajos y Polonia, votaron a favor de los aranceles. Por otra parte, España optó por abstenerse ante la presión china.
Irlanda, cuyo sector lácteo fue amenazado por represalias dentro de una investigación antidumping china, cambió de abstención en julio a votar a favor de los aranceles el viernes.
Fuertes críticas desde Alemania y China
Las empresas automovilísticas de Alemania y China criticaron la decisión de la UE. Mercedes-Benz calificó los aranceles como un “error”, mientras que Volkswagen pidió a la Comisión que alcanzara un acuerdo negociado con Pekín antes de que la medida entre en vigor. Geely advirtió que la decisión “podría afectar potencialmente las relaciones económicas y comerciales entre la UE y China”.
La Federación de Industrias Alemanas manifestó su respaldo general al uso de “instrumentos de protección comercial”, pero instó a ambas partes a continuar las conversaciones.
“La decisión sobre los aranceles compensatorios en el mercado de los coches eléctricos no debe significar bajo ninguna circunstancia el fin de las conversaciones”, afirmó la federación. “La industria alemana pide a ambas partes que continúen las negociaciones y eviten que el conflicto comercial se agrave”.
Por su parte, la Cámara de Comercio de China ante la UE expresó su “profunda decepción” por lo que consideró “la adopción de medidas proteccionistas por parte de la UE”.
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