El 4 de septiembre, un ataque de Rusia contra Ucrania resultó en la pérdida de vidas civiles y varios heridos en Lviv. Durante una alerta de ataque aéreo en todo el país, se escucharon explosiones en varias ciudades, como Kiev, Sumy, Lutsk y Rivne. También se registraron víctimas en Kryvyi Rih.
El presidente ucraniano Volodímir Zelenski ha hecho un llamado a los socios occidentales para que amplíen el alcance de las defensas ucranianas, argumentando que esto podría ayudar a prevenir futuros ataques rusos. Durante el mismo día, Rusia también lanzó misiles contra Kryvyi Rih, causando más víctimas. Por la noche, Rusia disparó una serie de drones y misiles, algunos de los cuales fueron interceptados por la defensa aérea ucraniana, mientras que otros lograron impactar en diversas regiones del país.
Ucrania enfrenta también una grave crisis institucional dentro de su gobierno
El ministro de Asuntos Exteriores de Ucrania, Dmytro Kuleba, presentó su renuncia, según lo anunció el presidente del parlamento ucraniano. Esta decisión forma parte de una importante reorganización en el gobierno de Kiev, la más grande desde que Rusia invadió el país en 2022. Este cambio se produce en un momento crítico, ya que las fuerzas rusas avanzan en el este y lanzan nuevos ataques a ciudades ucranianas, incluyendo Lviv, donde un ataque reciente dejó siete muertos, entre ellos tres niños.
Kuleba, quien ha sido una figura central en la obtención de armas extranjeras para Ucrania, había trabajado recientemente para asegurar sistemas de defensa aérea Patriot. Su renuncia se produce junto con la de otros altos funcionarios, como el jefe de armas Oleksandr Kamyshin y el ministro de Justicia Denys Maliuska, quienes también han jugado roles importantes durante la guerra. Se espera que algunos de estos funcionarios asuman nuevos cargos en los próximos días.
Mientras tanto, Rusia continúa sus ataques contra ciudades ucranianas, incluyendo un ataque en Poltava que dejó más de 50 muertos. Ucrania sigue pidiendo a sus socios occidentales, especialmente a Estados Unidos, que levanten las restricciones que impiden el uso de armas occidentales para ataques de largo alcance dentro de Rusia, argumentando que esto es crucial para disminuir la capacidad rusa de llevar a cabo ataques aéreos en Ucrania.
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Fuente: Kyiv Independent / Washington Post
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