China expresó oposición al pacto de seguridad AUKUS, firmado por EE.UU., Reino Unido y Australia, argumentando que esta alianza socava gravemente el sistema internacional de no proliferación nuclear. El portavoz del Ministerio de Defensa Nacional de China, Wu Qian, afirmó en una conferencia de prensa que el acuerdo, que incluye la cooperación en tecnología de propulsión nuclear, representa un peligro significativo para la paz y la estabilidad regional.
De acuerdo a Wu, el acuerdo permite la transferencia de reactores submarinos de propulsión nuclear y uranio altamente enriquecido, material que podría ser utilizado para armas nucleares, desde países con armas nucleares hacia países que no las poseen, en referencia a Australia. Esta transferencia, según el portavoz chino, incita a una carrera armamentista nuclear global, elevando las tensiones en una región volátil.
En este sentido, la crítica del gigante asiático también se enfoca en lo que considera una persistente mentalidad de Guerra Fría entre las potencias occidentales. Wu instó a los miembros del AUKUS a abandonar lo que describió como una “obsesión con la mentalidad de suma cero” y a reconsiderar su camino antes de causar un daño irreversible a la estabilidad global. “Instamos a las partes pertinentes a que escuchen atentamente las voces perspicaces y visionarias de la comunidad internacional”, dijo el funcionario chino, citado por Xinhua.
Preocupación por un aumento en la militarización de la región
El pacto AUKUS, anunciado en septiembre de 2021, tiene como objetivo reforzar la cooperación en defensa y seguridad en la región Indo-Pacífica, en un momento de creciente preocupación por la influencia y las acciones de China en la región. El acuerdo incluye la provisión de submarinos de propulsión nuclear a Australia.
Mientras que sus miembros argumentan que el pacto es necesario para mantener la estabilidad y contrarrestar la influencia china, el gigante asiático ve la alianza como una amenaza directa a sus intereses estratégicos. Es por ello que podría interpretarse la respuesta de China como un reflejo de su preocupación ante la creciente militarización de una región clave, así como el posible aumento de tensiones que podrían llevar a un conflicto a escala.
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Fuente: Xinhua
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