Aumenta la preocupación del Reino Unido en las Islas Malvinas tras la advertencia del capitán retirado, Simon Booth, sobre la insuficiencia de la flota para defender el status y el territorio en caso de un nuevo conflicto con Argentina. Booth, quien dedicó 37 años al servicio en la Royal Fleet Auxiliary (RFA), señaló que la actual capacidad naval del Reino Unido es insuficiente para enfrentar una amenaza potencial de Argentina, principalmente en la dotación de buques.
Según las declaraciones de Booth al sitio web The News, la capacidad actual de la Armada británica para montar una operación similar a la de 1982 está “comprometida”, ya que no podría organizarse una defensa adecuada de las Islas.
Asimismo, advirtió que el Reino Unido no podría organizar una misión de este tipo en menos de una década. “El número de escoltas que tiene la Armada es lamentable. No podríamos organizar una operación como la de las Malvinas hasta dentro de diez años por lo menos, y eso si construyen todo lo que están pensando construir. Sabemos que las promesas que se hacen de construir una serie de buques rara vez se cumplen. Debería haber habido ocho destructores Tipo 45, ocho petroleros Marte, cinco LSDA, y todas esas cosas se suman”, declaró el capitan retirado.
Pero detrás de las declaraciones de Booth existe una crítica directa al gobierno británico y a la administración ilegítima de las islas. Por un lado, se mostró poco convencido de las novedades del Ministerio de Defensa británico. Criticó que se trata de promesas de nuevos buques porque las demoras en la construcción de destructores y otros barcos necesarios para una defensa robusta son notables.
Cabe recordar que el Ministerio de Defensa británico confirmó que se encuentra “en proceso” de reforzar su capacidad naval, con la entrega prevista de nuevas fragatas Tipo 26 y Tipo 31 a finales de la década de 2020 y principios de la de 2030. Según un portavoz del ministerio, el programa de construcción sigue adelante para que “el Reino Unido esté seguro en casa y sea fuerte en el exterior durante las próximas décadas”.
Por otro lado, la administración ilegítima de las Islas no parece recibir respuestas adecuadas de la casa central británica, lo que genera una profunda desconfianza hacia Argentina, que mantiene activa su disputa de soberanía sobre Malvinas. Además, considera que recientes “acusaciones de políticos argentinos” se han “intensificado”, planteando que Argentina mantiene activas sus intenciones de volver a pelear una guerra por Malvinas.
Parece que el Reino Unido no considera posible la modernización de sus capacidades en sus territorios de ultramar, como las Malvinas, ni cree que la situación en el Atlántico sea tan segura como suele decirse, motivo por el cual vuelve a recaer en la crítica hacia la Argentina. Lo cierto es que a menos que se reciban refuerzos temporales, la flota británica en las Malvinas no cuenta con buques suficientes para una defensa efectiva, por lo que el temor prevalece.
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