Las conversaciones en Qatar para establecer un cese al fuego en Gaza se volvieron una urgencia crítica, debido a que la violencia entre Israel y Hamás amenaza con desencadenar una guerra más amplia en Medio Oriente. Funcionarios de Estados Unidos expresaron un optimismo cauteloso luego de dos días de conversaciones durante la semana pasada, en las que los mediadores presentaron una propuesta de solución.

En este sentido, los mediadores presentaron una propuesta para un cese al fuego que encontró resistencia por ambas partes. Hamás expresó serias reservas afirmando que se apartaba de versiones anteriores que había aceptado en gran medida, mientras que Israel también manifestó preocupaciones sobre compromisos que no está dispuesto a asumir.

Israeli soldiers walk through rubble, amid the ongoing ground invasion against Palestinian Islamist group Hamas in the northern Gaza Strip, November 8, 2023. REUTERS/Ronen Zvulun

El Secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, regresó a la región en un intento por cerrar las brechas entre las posiciones de Israel y Hamás, después de que las conversaciones anteriores mostraran pocos avances. El funcionario estadounidense tiene previsto reunirse este lunes con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu.

La situación en Medio Oriente se volvió aún más tensa tras el asesinato de Ismail Haniyeh, líder político de Hamás, en Teherán, y de Fuad Shukur, un comandante de Hezbolá, en Beirut. Estos incidentes, atribuidos a Israel, generaron amenazas de represalias por parte de Irán y Hezbolá, lo que aumenta el riesgo de una regionalización del conflicto.

Es por ello que, la comunidad internacional espera que un alto el fuego en Gaza logre persuadir a Irán y Hezbolá a moderar sus respuestas y evitar una escalada del conflicto. Sin embargo, la complejidad de las negociaciones y las demandas de ambas partes prolongaron las discusiones.

Puntos de conflicto en la negociación

Lo cierto es que las partes vienen trabajando en una propuesta que abarca tres fases. Sin embargo, Hamás solicitó “modificaciones” mientras que Israel aboga por “clarificaciones”, lo que llevó a ambas partes a acusarse mutuamente de presentar nuevas exigencias que son inaceptables.

Hamás busca garantías de que Israel no reanudará la guerra después de la liberación del primer grupo de rehenes, compuesto por unos 30 de los más vulnerables. Por su parte, Israel quiere evitar que las negociaciones se prolonguen indefinidamente durante la segunda fase, en la que se liberaría al resto de los rehenes, incluidos soldados.

Decidir el alto al fuego

En este contexto, el acuerdo tendría que ser aceptado tanto por Netanyahu como por Yahya Sinwar, quien se convirtió en el líder de Hamás después del asesinato de Ismail Haniyeh. El primer ministro israelí enfrenta creciente presión en el ámbito doméstico, sumado a que los líderes de extrema derecha de su coalición amenazaron con destituirlo si cede demasiado, lo que podría desencadenar elecciones anticipadas.

Por otro lado, Sinwar, que se oculta en Gaza, probablemente en la red de túneles de Hamás, se mantiene firme en las negociaciones, lo que podría retrasar aún más el proceso. Mientras expertos advierten que, si el conflicto persiste, podría haber hambrunas y brotes de enfermedades, y la reconstrucción de Gaza podría tardar más de una década.

Fuente: The Associated Press

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