Irán podría postergar las represalias contra Israel por el asesinato de un alto líder de Hamás en Teherán, para dar tiempo a que los mediadores busquen un frágil alto al fuego que ponga fin a la guerra en Gaza, según informaron el viernes funcionarios de Estados Unidos, Irán e Israel.
Altos funcionarios de Estados Unidos, Israel, Egipto y Qatar se reunieron en Doha, la capital qatarí, por segundo día consecutivo el viernes, en un esfuerzo por resolver las diferencias entre Israel y Hamás. Al final de estas reuniones, se emitió una declaración conjunta de Estados Unidos, Egipto y Qatar que mencionaba la presentación de una “propuesta de acercamiento” a ambas partes. Se espera que altos funcionarios de estos tres gobiernos se reúnan nuevamente en El Cairo antes de que finalice la próxima semana.
La región ha estado en tensión durante más de dos semanas, esperando la represalia de Irán por el asesinato de Ismail Haniyeh, líder de la rama política de Hamás, y Fuad Shukr, un alto comandante de Hezbolá, el grupo armado libanés respaldado por Irán. Tanto Irán como Hezbolá han prometido venganza, lo que ha aumentado los temores de un conflicto total en la región.
Para el viernes, la inteligencia israelí había concluido que Hezbolá e Irán habían reducido el nivel de alerta en sus unidades de cohetes y misiles, según cinco funcionarios israelíes. Israel cree ahora que la represalia liderada por Irán -que parece haber sido postergada varias veces- podría ocurrir en una fecha posterior, según dijeron los funcionarios. Sin embargo, advirtieron que sus evaluaciones son cambiantes debido a la naturaleza fluida de los acontecimientos. La información de inteligencia es escasa y cambia frecuentemente, y se sabe que Irán y Hezbolá están evaluando constantemente la situación.
El temor a un conflicto regional más amplio amenaza con agravar la devastación provocada por la ofensiva de Israel en Gaza, que ha causado la muerte de decenas de miles de palestinos y ha destruido gran parte del enclave. Israel inició la guerra tras un amplio ataque sorpresa de Hamás en el sur de Israel, que dejó alrededor de 1.200 muertos y provocó el secuestro de unas 250 personas en Gaza, según informaron las autoridades israelíes.
Los inconvenientes detrás de las negociaciones del alto al fuego
Israel y Hamás han estado negociando esporádicamente durante meses un acuerdo de alto el fuego en tres fases que permitiría la liberación gradual de los 115 rehenes restantes, vivos y muertos, retenidos en Gaza a cambio de prisioneros palestinos. Según el acuerdo, Israel retiraría sus tropas de Gaza y ambas partes llegarían a una tregua permanente.
Sin embargo, persisten varios puntos clave de discordia entre Israel y Hamás, a pesar de las repetidas rondas de conversaciones.
Hamás se negó a participar en la última ronda de deliberaciones, calificándola como una táctica dilatoria del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu. No obstante, funcionarios de Hamás habían expresado su disposición a dialogar con los mediadores si se lograban avances significativos en la cumbre, según fuentes cercanas al tema.
El viernes, los ministros de Asuntos Exteriores de Reino Unido y Francia llegaron a Israel para discutir las actuales conversaciones de alto el fuego y los intentos de evitar una guerra total entre Israel y Hezbolá. El ministro de Asuntos Exteriores de Egipto, Badr Abdelatty, quien se reunió con funcionarios libaneses en Beirut el viernes, declaró que un alto el fuego en Gaza era “la base para detener la escalada” en la región, según los medios estatales libaneses.
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Fuente: The New York Times
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