El presidente ucraniano, Volodymyr Zelensk, instó a sus aliados occidentales a levantar las restricciones sobre el uso de armas en el interior de Rusia, mientras reconoció indirectamente por primera vez la ofensiva transfronteriza de sus fuerzas en la región rusa de Kursk. “Los rusos no tienen restricciones geográficas al uso de tales armas: desde los primeros días de la guerra a gran escala, todo el territorio de nuestro Estado ha estado bajo amenaza constante de ataque”, escribió Zelenskiy en X el 11 de agosto.
Cabe destacar que el portavoz del Departamento de Estado de EE.UU, Matthew Miller, confirmó el 7 de agosto durante una reunión informativa que la incursión de Ucrania en Kursk “no viola la prohibición de EE.UU. de utilizar sus armas en territorio ruso”. Kiev tiene permiso para utilizar sistemas de lanzacohetes HIMARS contra objetivos rusos cerca de la frontera, pero el uso de ATACMS y otras armas de largo alcance dentro de Rusia sigue estando prohibido. Este es hoy el reclamo principal de Zelenski.
“Los ucranianos estamos profundamente agradecidos a todos nuestros socios que nos proporcionan sistemas de defensa antiaérea y aviones de combate. Sin embargo, para detener realmente el terror ruso, necesitamos… decisiones firmes de nuestros socios, decisiones que levanten las restricciones a nuestras acciones defensivas. Cuando las capacidades de largo alcance de Ucrania no tengan límites, esta guerra tendrá definitivamente un límite: realmente acercaremos su justo final”, escribió.
Los últimos avances de Ucrania en Kursk
Las fuerzas ucranianas cruzaron la frontera con Rusia la mañana del martes 6 de agosto, donde llegaron a Sudzha el primer día (a 85 km al oeste de Kursk) y desde entonces continuaron con su avance en la región tomando el control de varios asentamientos más pequeños. A última hora del 10 de agosto, Zelenskiy confirmó indirectamente los avances de las fuerzas ucranianas dentro de Kursk y destacó que había recibido informes del comandante en jefe, Oleksandr Syrskiy, sobre el accionar de sus tropas en terreno.
Aunque no está claro si las fuerzas de Kiev intentarán tomar la ciudad de Kursk o cuántas tropas participan en la ofensiva, las autoridades rusas han reconocido la ruptura de la frontera y han ordenado la evacuación de miles de civiles.
La incursión en Kursk que comenzó hace seis días destaca la ventaja ucraniana por sobre Rusia, en gran medida gracias a las tácticas previamente utilizadas en Járkov pero a mayor escala: primero, eliminaron los drones de reconocimiento rusos, dejando a sus comandantes sin visibilidad y llevaron bloqueadores de corto alcance a la línea del frente, neutralizando las comunicaciones rusas.
Las tensiones aumentan mientras Ucrania espera la autorización de su aliado estadounidense para utilizar armas a gran escala. El 11 de agosto, Bielorrusia comenzó a trasladar tanques a su zona fronteriza con Ucrania tras “haber derribado varios drones militares ucranianos sobre su espacio aéreo” y las fuerzas rusas lanzaron ataques con misiles ayer por la noche en Kiev, matando al menos a dos personas.
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