El jueves por la noche, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, mantuvieron una conversación telefónica de aproximadamente 30 minutos donde debatieron la implementación de nuevos despliegues militares en conjunto, en pos de contrarrestar la influencia de Irán en la región.
La llamada se produjo en un contexto de creciente tensión entre Israel e Irán, tras recientes ataques y amenazas de represalias en la región. Estos últimos días, fueron asesinados sorpresivamente el líder de Hamás, Ismail Haniyeh, en Teherán, y el jefe militar de Hezbolá, Fuad Shukr, en Beirut.
Asimismo, el líder de Hezbolá, Hassan Nasrallah, advirtió recientemente que Irán y sus aliados en Irak y Yemen tomarán represalias contra Israel. En un discurso durante el funeral de Shukr, el líder declaró que la guerra ha entrado en una “nueva fase” y que Israel “enfrentará una intensa campaña de venganza en todos los frentes”.
“Ya no hablamos de frentes separados. Se trata de una campaña abierta en todos los frentes, y no hay duda de que la guerra ha entrado en una nueva fase. Israel debe prepararse para la furia y la venganza en todos los frentes que apoyan a Gaza”, destacó Nasralá.
El compromiso de Estados Unidos con la seguridad de Israel
En este contexto donde Israel se encuentra en alerta máxima debido a los recientes ataques (y los prometidos) por Irán y Hezbolá, Biden buscó dejar en claro su compromiso con el Estado judío. Según una lectura de la Casa Blanca, el mandatario “reafirmó su compromiso con la seguridad de Israel frente a todas las amenazas de Irán, incluidos sus grupos terroristas interpuestos Hamás, Hezbolá y los hutíes”.
Se estima que ambos mandatarios también discutieron sobre “los esfuerzos para apoyar la defensa de Israel contra las amenazas”, incluso contra misiles balísticos y drones. Según el comunicado de la Casa Blanca, “el Presidente discutió los esfuerzos para apoyar la defensa de Israel contra las amenazas, contra misiles balísticos y aviones no tripulados, para incluir nuevos despliegues militares defensivos de Estados Unidos”.
En consonancia, Biden también reiteró “la importancia de los esfuerzos en curso para desescalar las tensiones más amplias en la región”, pero dejando en claro la necesidad de comenzar próximamente a desplegarse militarmente para promover una defensa conjunta frente a las amenazas promovidas por Irán.
Los temores de la administración Biden por la escalada de tensiones
En la llamada telefónica se destacó, según los medios de comunicación oficiales, la preocupación de Joe Biden por las crecientes tensiones y la posibilidad de un alto el fuego. El presidente estadounidense buscó dejar en claro la importancia de continuar con los esfuerzos para reducir las tensiones en la región.
Así, Biden había comunicado a Netanyahu que el asesinato de Haniyeh había perjudicado las posibilidades de un alto el fuego con Hamás. En este contexto, le instó a alcanzar rápidamente un acuerdo de intercambio de rehenes y tregua. No obstante, tras confirmar que Israel había matado a altos mandos de Hezbolá y Hamás en ataques recientes, Netanyahu se mostró en el camino opuesto al declarar que quienes ataquen a su país pagarán un “precio muy alto”.
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