Un escuadrón de élite de las fuerzas especiales ucranianas atacaron una base militar rusa en Siria, logrando destruir activos militares cruciales. De acuerdo a lo informado por Kyiv Post, este ataque se enmarca dentro de una serie de acciones destinadas a debilitar la presencia de Rusia en la región así como responder a las agresiones en Ucrania.
De acuerdo al informe, un equipo de asalto de la Dirección Principal de Inteligencia (GUR) de Ucrania ejecutó la misión en el aeródromo de Kuweires, al este de Alepo. Esta base se encuentra bajo el control de Rusia desde el año 2015 y es utilizada para fines militares, incluidos el entrenamiento y envío de mercenarios extranjeros a Ucrania.
En este sentido, el ataque ocurrió un día después de que el presidente ruso, Vladimir Putin, se reuniera con el líder sirio, Bashar al-Assad, el 24 de julio. Según reveló Kyiv Post, el mismo fue documentado con vídeos y fotografías exclusivas que muestran la precisión y efectividad de la operación, y su objetivo principal fue un sistema de guerra electrónica móvil ruso, seguido de una serie de bombardeos con drones en instalaciones clave del aeródromo.
Además de la operación en Siria, las fuerzas especiales ucranianas, bajo la unidad “Lobo Blanco” del Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU), continúan sus esfuerzos para debilitar la maquinaria militar rusa. Desde el inicio de la invasión a gran escala en 2022, esta unidad logró destruir 296 tanques rusos, incluyendo recientemente el tercer regimiento de tanques ruso.
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