El nuevo gobierno británico ha encargado una “revisión radical” de sus fuerzas armadas, que el primer ministro Keir Starmer considera “desmanteladas” y que requieren fortalecimiento. La revisión comenzará de inmediato debido a la urgencia de las amenazas que enfrenta el Reino Unido, como la invasión rusa de Ucrania, el conflicto en Medio Oriente y las crecientes amenazas globales, indicó el gobierno el martes. Se recibirán opiniones de las fuerzas armadas, la industria de defensa, aliados de la OTAN y otros hasta finales de septiembre, y el informe final se presentará a principios de 2025.
Un informe del comité de defensa parlamentario, publicado en febrero, revela que las Fuerzas Armadas británicas sufren de importantes déficits de capacidad. Patrick Sanders, ex jefe del Estado Mayor, ha advertido que los recortes en defensa podrían dejar al Reino Unido sin la preparación necesaria para la guerra y sin capacidad para llevar a cabo operaciones similares a la invasión del sur de Irak en 2003 o las Islas Malvinas en 1982.
La revisión estará liderada por el ex secretario general de la OTAN, George Robertson, junto con la experta en asuntos exteriores y ex asesora presidencial estadounidense Fiona Hill, y el general retirado Richard Barrons, ex comandante del Comando de Fuerzas Conjuntas del Reino Unido. Evaluarán las amenazas que enfrenta Gran Bretaña, las capacidades necesarias para enfrentarlas y el estado actual de las fuerzas armadas.
Robertson mencionó que el Reino Unido y sus aliados enfrentan una amenaza combinada de China, Rusia, Irán y Corea del Norte, y destacó la necesidad de estar preparados para enfrentar a estos países si es necesario. Las limitaciones presupuestarias han afectado severamente al ejército británico, poniendo en riesgo su capacidad para ser un socio eficaz en la frontera oriental de la OTAN, según Marion Messmer, investigadora principal del Programa de Seguridad Internacional de Chatham House.
Las limitaciones del ejército británico a la hora de financiarse
El Ejército británico es el menos modernizado de los servicios del país y requiere urgentemente inversiones en equipos, afirmaron Nick Childs y Ben Barry del Instituto Internacional de Estudios Estratégicos. La falta de fondos también ha generado incertidumbre sobre los planes de construcción naval de la Royal Navy y ha dejado brechas significativas, como la defensa antimisiles integrada, que tendrán un “alto costo”, según Childs y Barry.
Drummond también destacó que los tres servicios del Reino Unido tienen personal insuficiente: la Armada tiene pocos submarinos y fragatas, la Royal Air Force tiene escasez de aviones y el Ejército carece de recursos de apoyo al combate, como artillería y unidades de ingeniería.
El gasto en defensa del Reino Unido fue de 54.200 millones de libras esterlinas (70.300 millones de dólares estadounidenses) en el año financiero 2023-24, y se espera que aumente un 4,5% hasta 57.100 millones de libras esterlinas en 2024-25. Se estima que el Reino Unido gastó el 2,3% de su PIB en defensa en 2023, y Starmer ha confirmado que el gobierno planea aumentar el gasto al 2,5% del PIB, sin especificar el plazo.
La revisión buscará asegurar que el Reino Unido mantenga su liderazgo en la OTAN, refuerce la seguridad nacional, modernice y preserve su disuasión nuclear, y adapte sus servicios y equipos militares a las necesidades actuales. También intentará apoyar a Ucrania en su lucha contra la agresión rusa.
“Las amenazas a nuestra seguridad se han multiplicado y diversificado en los últimos años, incluyendo mayores amenazas convencionales, ataques cibernéticos y campañas de desinformación, lo que requiere una evaluación detallada y oportuna sobre cómo enfrentar mejor estas amenazas en evolución”, concluyó el gobierno.
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Fuente: Defense News
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