Argentina ha dado un paso significativo al designar oficialmente a Hamás como una organización terrorista. Esta decisión, anunciada por la Oficina del Presidente Javier Milei, marca una postura clara en apoyo a Israel y en respuesta a la masacre del 7 de octubre perpetrada por el grupo.
El comunicado oficial declara: “El grupo Hamás ha sido declarado por el Estado argentino como organización terrorista internacional”. Esta designación no es solo un gesto simbólico, sino que lleva consigo una serie de implicaciones legales, políticas y operativas que impactan directamente en la capacidad del grupo para operar y en la seguridad nacional de Argentina.
Contexto histórico y justificación
La vinculación de Hamás con la República Islámica de Irán, cuya cúpula fue encontrada responsable de los atentados contra la embajada de Israel en Buenos Aires y contra la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA), es uno de los fundamentos de esta decisión. Estos ataques, que costaron la vida a más de 100 civiles argentinos, son una herida abierta en la memoria colectiva del país.
El presidente Milei ha enfatizado su compromiso de alinear a Argentina con los valores de la civilización occidental, que respeta los derechos individuales y sus instituciones. Según el comunicado, “Argentina debe reconocerse a quienes atentan contra tales valores como lo que son: terroristas”.
Medidas legales y operativas
Una de las primeras medidas adoptadas tras la designación es la congelación de los activos financieros por parte del Estado a cualquier conexión con Hamás. Esto incluye fondos y otros recursos financieros que puedan estar bajo jurisdicción argentina. La congelación de activos es una táctica efectiva para debilitar la capacidad operativa del grupo, privándolo de recursos esenciales para sus actividades.
Con esta designación, se prohíbe cualquier forma de financiamiento a Hamás. Esto abarca donaciones, transacciones comerciales y cualquier otra forma de apoyo económico, directo o indirecto.
Argentina busca también fortalecer la cooperación internacional en la lucha contra el terrorismo. La designación de Hamás como organización terrorista permite una colaboración más estrecha con otros países en términos de intercambio de información, coordinación de esfuerzos y realización de operaciones conjuntas.
Implicaciones política e internacional
Al declarar a Hamás como una organización terrorista, Argentina contribuye a su aislamiento a nivel global. Esta medida presiona a otros países a adoptar posturas similares, limitando los movimientos y las operaciones del grupo.
La decisión de Argentina también es vista como un fuerte gesto de apoyo a Israel. El país alberga la mayor diáspora judía de América Latina y ha reiterado su compromiso con la seguridad de Israel. El presidente Milei, en una visita a Israel a principios de año, prometió trasladar la embajada argentina a Jerusalén, reforzando aún más los lazos entre ambos países.
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