Marineros de la Armada de Rusia pertenecientes a la guardia de honor de la fragata “Almirante de la flota de la Unión Soviética Gorshkov” participaron del desfile cívico militar que conmemoró el 213º aniversario de la declaración de independencia de Venezuela y el día de las Fuerza Armada Nacional Bolivariana.
El contingente ruso, que desfiló junto a las Fuerzas Armadas de Venezuela, arribó hace unos días a tierras venezolanas en el marco del despliegue que realizó una flotilla de la Armada de Rusia integrada por la fragata “Almirante de la flota de la Unión Soviética Gorshkov” 454, el petrolero Proyecto 23130 “Akademik Pashin” y el submarino de ataque “Kazan K-561 de la clase Yasen-M.
Los mencionados buques completaron a mediados de junio una visita a La Habana, Cuba, presencia que sin duda obedece a la estrategia de Moscú para la región, y en su puja con Estados Unidos y países de la OTAN. En esta caso, el despliegue sirvió para mostrar el pabellón en aguas donde usualmente los buques rusos rara vez operan pese a mantener amistad con varios países, entre ellos Cuba, Venezuela y Guatemala.
La fragata “Gorshkov” y el petrolero “Akademik Pashin” del destacamento de buques de la Flota del Norte de la Armada de Rusia arribaron al puerto venezolano de La Guaira el pasado 2 de julio, siendo recibidos por las Fuerzas Armadas locales con una ceremonia de bienvenida. Los movimientos de ambos buques fueron seguidos de cerca por unidades navales de Países Bajos que operan en aguas del Mar Caribe.
Sin embargo, pese a estas usuales tareas de vigilancia, la ausencia del submarino “Kazan” no deja de llamar la atención. Las capacidades del moderno buque de la clase Yasen-M posiblemente sean explotadas por la Armada de Rusia a los fines de ejecutar operaciones en la región, tarea que es usual para este tipo de medios.
Llamativamente, una vez conocida la llegada de la flotilla rusa en la Habana, la Armada de EE.UU. dio a conocer la presencia del submarino de ataque USS Helena SSN-725 de la clase Los Ángeles en la bahía de Guantánamo. Sin duda, una respuesta a la movida de Moscú y una sutil advertencia de que los movimientos de los buques rusos fueron seguidos muy de cerca.
Imagen de portada: Embajador de la Federación de Rusia en la República Bolivariana de Venezuela
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