Ubicada en las afueras de Lima, la Fábrica de Armas y Municiones del Ejército (FAME SAC) había pasado sus últimos años con un tan bajo perfil, que algunos se preguntaban si estaba camino a desaparecer. La eclipsaban los éxitos de las otras empresas militares, como el del SEMAN Perú de la Fuerza Aérea, con la coproducción del avión de entrenamiento KT-1P “Torito” con Korean Aerospace Industries (KAI). O del astillero SIMA Perú, que luego de entregar varias patrulleras y un enorme velero-escuela, está terminando el segundo buque multipropósito para la Marina de Guerra, en colaboración con Daesun Shipbuilding & Engineering.
Sin embargo, las cosas parecen haber tomado otro rumbo, y ahora hablar de FAME SAC está de moda, a partir de dos proyectos importantes que cuentan con el firme apoyo del Estado. El primero es el ensamblaje del fusil de asalto ARAD 7, de 7,62 x 51 mm, de Israel Weapon Industries (IWI), para el uso de infantería, unidades especiales y unidades policiales, comprado en cantidad de 10 mil ejemplares por el Perú.
El otro es el convenio de asociación estratégica con Hyundai Rotem – STX Corporation, para coproducir localmente -ensamblar- parte de los 30 vehículos blindados 8×8 modelo K808 White Tiger para el Ejército del Perú. Por su fórmula, estos acuerdos han generado opiniones encontradas; pero lo cierto es que con ellos se abren muchas posibilidades para esta compañía estatal de participar en los planes de modernización tecnológica en Defensa.
Importante saber que, desde hace casi 60 años, FAME SAC se dedica a la fabricación y venta de municiones de guerra y de uso civil para las Fuerzas Armadas, Policía Nacional, empresas de seguridad privada y clubes deportivos. Y que, después de confeccionar chalecos antibalas -con la española Falken- para la Policía Nacional, ahora avanza en reconversiones, como la del veterano transporte blindado de personal UR-416 del Ejército, en un carro antidisturbios.
En su reciente visita para supervisar el ensamblaje del ARAD 7, el presidente del Consejo de Ministros, Gustavo Adrianzén Olaya, ha declarado que “es parte de la política del gobierno fortalecer la industria de las Fuerzas Armadas. Estamos apostando por el país, por fortalecer la industria nacional”.
Eso podría significar, entre otras cosas, una oportunidad para que FAME SAC pueda cobrar una importancia mayor y fortalezca el potencial industrial peruano en el campo militar.
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