El equipo de Zona Militar tuvo la oportunidad de embarcarse en el destructor ARA “Sarandí D-13 durante el ejercicio combinado Gringo-Gaucho II, realizado junto al portaaviones USS George Washington, el destructor USS Porter y el buque logístico USNS John Lenthall de la Armada de EE.UU. Esta experiencia no solo nos permitió presenciar y participar de las operaciones y maniobras militares, sino también conocer la vida a bordo y las aptitudes de la tripulación argentina.
El ejercicio PASSEX Gringo-Gaucho II se llevó a cabo desde el 29 al 31 de mayo de 2024. No obstante, la experiencia del equipo de Zona Militar comenzó el 28 de mayo, cubriendo las actividades que ejecutaron los siete buques de la Armada Argentina fondeados al frente de la ciudad Mar del Plata. Las operaciones incluyeron el despliegue de helicópteros AS-555 SN Fennec y UH-3H Sea King, maniobras que impresionaron por la cantidad de medios presentes y por la espectacularidad de su desarrollo.
El equipo de ZM inició su periplo hacia el ARA “Sarandí “desde un RHIB del patrullero oceánico ARA “Bouchard”, una vez a bordo del destructor de la Armada Argentina, fuimos recibidos por su comandante y segundo comandante, quienes nos dieron la bienvenida y brindaron una charla de seguridad, además de proporcionar el equipo necesario para la vida a bordo. La primera jornada quedó marcada por un completo recorrido de las instalaciones del buque y el registro de las actividades preparatorias del personal para el despliegue a 150 millas de Mar del Plata.
Durante Gringo-Gaucho II, el ARA “Sarandí” participó de un sinnúmero de ejercicios con los medios aeronavales estadounidenses, entre ellos maniobras ante amenazas submarinas, defensa aérea, PHOTOEX, operaciones con el USNS John Lenthall, entre otras. Estas actividades fueron coordinadas desde el Centro de Información de Combate (CIC) del buque, centro neurálgico del destructor argentino donde se recibe y procesa toda la información del ambiente operacional. Zona Militar tuvo la posibilidad de apreciar la dinámica de trabajo y el elevado grado de atención del personal abocado al CIC, compartimiento del buque que a lo largo de los años ha recibido diversas actualizaciones para operar en los mejores estándares.
Vida a Bordo
La vida a bordo del ARA “Sarandí” mostró una dualidad fascinante: la estricta disciplina y profesionalismo durante las operaciones contrastaban con la calidez y empatía de la tripulación en los momentos de descanso. Como en cualquier buque, la actividad diaria de los 223 tripulantes estaban organizados en turnos, asegurando el funcionamiento continuo y eficiente del buque. Las jornadas de trabajo se extienden a lo largo y ancho de todo el buque, como la sala de máquinas, cocina, enfermería, hangar y cubierta de vuelo, Cuarto Control de Máquinas, logística, y los niveles tácticos dentro del CIC y el puente de mando, solo por mencionar algunos.
Los períodos de actividad operacional también comparten espacio con el día a día de la tripulación, por lo que fue usual apreciar situaciones con personal ensimismado en su labor, así como de distensión, entre risas y charlas amenas, compartiendo historias de vida con el Mar Argentino de paisaje.
Las facilidades brindadas por la tripulación del ARA “Sarandí” nos permitió adentrarnos en detalles de puntuales de los diversos sectores del destructor. Esto incluyó la actividad en el hangar y la cubierta de vuelo, donde pudimos registrar actividades de reabastecimiento de combustible y el transporte de personal por los helicópteros Sea King y Fennec. También recorrimos y presenciamos la actividad en la sala de máquinas, particularmente los trabajos del personal con las turbinas Tyne y Olympus., y el Cuarto Control de Máquinas, otro de los puntos centrales del “Sarandí”.
La tripulación del ARA “Sarandí” exhibió una gran conexión y coordinación, cohesión y dedicación que se apreciaron en todas las tareas que el equipo de ZM presenció, desde el mantenimiento preventivo hasta la ejecución de maniobras complejas, tales como el reabastecimiento en vuelo de helicópteros Sea King. Esta última resultó un hito para muchos de los tripulantes, exponiendo la importancia que implica el entrenamiento y posterior adiestramiento en operaciones.
La vida en altamar, a pesar de ser dura por la distancia con las familias, era vista con satisfacción por los tripulantes, quienes siempre expresaron su felicidad al estar en su puesto, navegando y contribuyendo al funcionamiento eficiente del buque, comentando también que el destructor ya es una parte adicional de su familia.
El esfuerzo constante de la tripulación para mantener el ARA “Sarandí” en óptimas condiciones operacionales, tanto en puerto como en alta mar, se reflejaba a diario con el estado impecable de todos los sistemas y equipos, muchos de los cuales superan las tres décadas de servicio. Uno de estos casos lo apreciamos cuando se nos brindó un recorrido por los cañones Oto Melara 127mm y Bofors de 40mm, sistemas que dejaban a la vista el esmero y gran trabajo de su personal a la hora de que lucieran casi como nuevos.
La experiencia del equipo de Zona Militar a bordo del ARA “Sarandí” durante el ejercicio Gringo-Gaucho II fue una oportunidad única para observar de cerca el profesionalismo, dedicación y capacidad del personal de la Armada Argentina. El buque, el Saranda, es parte del corazón de la tripulación, como la tripulación es el corazón de ese buque. El mantenimiento y funcionamiento se da por el esmero en dejar todos los sistemas y maquinas o “fierros” siempre en las mejores condiciones posibles, para que en caso de que la Patria lo demande, el ARA “Sarandí” pueda dar lo mejor de si.
Perlitas post ejercicio
Agradecimientos: Armada Argentina; A la tripulación del destructor ARA “Sarandí” D-13, cuyo profesionalismo solo fue superado por su hospitalidad y excelente predisposición en todo momento.
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