El reciente nombramiento de Andréi Beloúsov como Ministro de Defensa de Rusia está suscitado intensos análisis y especulaciones sobre las implicaciones para la política militar y exterior rusa. Con una carrera centrada en la economía y la política de alto nivel, pero sin experiencia directa en Defensa o asuntos militares, Belousov aporta una perspectiva inédita al Ministerio de Defensa en un momento crítico de su país. Este artículo explora las posibles consecuencias de su nombramiento para la defensa rusa en el contexto de la guerra en Ucrania, analizando cómo su trasfondo económico podría influir en la gestión del conflicto y en la postura militar de Rusia en el escenario internacional.
¿Quién es Andréi Beloúsov?
Desde el fin de la Guerra Fría, Rusia ha pasado por varias fases de reestructuración militar y redefinición de su política de defensa. La posición de Ministro de Defensa ha sido ocupada tradicionalmente por figuras con fuerte trasfondo militar, pero la elección de Belousov, conocido por su experiencia en política económica y planificación estratégica, marca una posible desviación de esta tendencia. En este contexto, surge la pregunta ¿Por qué Putin eligió a alguien como Belousov para dirigir un ministerio tan relevante en medio de una ofensiva militar en Ucrania que busca asegurar la victoria?
Andrei Removich Belousov nació el 17 de marzo de 1959 en Moscú, hijo de Rem, un economista, y Larisa, una radioquímica. Se licenció en economía en la Universidad Estatal de Moscú en 1981 y, durante varios años, siguió una carrera académica. A finales de la década de 1990, comenzó a trabajar como asesor de primeros ministros rusos mientras estudiaba un doctorado, el cual obtuvo en 2006.
En 2012, Belousov fue nombrado ministro de Desarrollo Económico, y al año siguiente, se convirtió en asistente del presidente Vladímir Putin. En 2020, asumió el cargo de primer viceprimer ministro de Rusia. Desde entonces, se ha ganado una reputación de lealtad hacia Putin y, según informes, fue el único miembro del “séquito económico” del presidente que apoyó la anexión de Crimea por parte de Rusia en 2014.
Belousov ha presentado repetidamente la intervención gubernamental como la solución a los desafíos macroeconómicos de Rusia. Durante la crisis financiera rusa de 2014-2016, como principal asistente económico de Putin, ayudó a evitar una crisis de liquidez del rublo al instar al banco central ruso a estabilizar la moneda.
Firmemente defensor de los intereses estatales por encima de los empresariales, Belousov abogó durante mucho tiempo por una regulación estricta, una mayor inversión gubernamental y una amplia presencia estatal en la economía. En relación con la guerra en Ucrania, como primer viceprimer ministro, Belousov supervisó los esfuerzos para aumentar la producción nacional de drones no tripulados en Rusia, que han tenido un impacto significativo en las fuerzas ucranianas en el campo de batalla.
Recientemente, Belousov se involucró en el desarrollo de la estrategia de Rusia para lograr la “soberanía tecnológica”, visualizando al país como un fabricante casi autosuficiente de productos de alta tecnología, incluyendo microelectrónica, máquinas herramienta de precisión y tecnologías de defensa avanzadas.
¿Por qué Andréi Beloúsov?
El nombramiento de Andréi Beloúsov al frente del Ministerio de Defensa refleja el reconocimiento por parte del Kremlin del papel que desempeña una base industrial nacional fuerte en su guerra de desgaste contra Ucrania. Además, dado el historial de Belousov como defensor de la planificación central, su nombramiento indica que Putin seguirá presionando por un control centralizado sobre la industria de defensa de Rusia.
El frente industrial del prolongado conflicto de Rusia con Ucrania, que se remonta a la anexión de la península de Crimea en 2014, se ha caracterizado por un renovado interés del Kremlin en la sustitución de importaciones y conceptos económicos autárquicos más amplios. La anexión de Crimea por parte de Rusia resultó en la ruptura de los vínculos industriales de defensa entre ambos estados, que anteriormente eran interdependientes.
La crisis financiera rusa de 2014-2016 enseñó al Kremlin que sus lazos económicos con Occidente representaban vulnerabilidades que podían ser explotadas para debilitar a Rusia. En respuesta, Rusia ha intentado desarrollar una industria de defensa resiliente y aislada de los insumos occidentales, reforzando su capacidad para enfrentar sanciones y presiones externas.
Sin embargo, la invasión rusa de Ucrania en 2022 demostró que alcanzar la autarquía era imposible, y que la sustitución de importaciones se podía lograr diversificando las fuentes desde Occidente hacia regímenes amigos, en particular China, Irán y Corea del Norte. Estos estados apoyan la economía de guerra de Rusia tanto con sistemas terminados como con bienes críticos de doble uso. Sin embargo, es poco probable que Belousov permita que Rusia se vuelva totalmente dependiente de los arsenales extranjeros. Es probable que busque la revitalización continua de una base industrial de defensa rusa independiente para apoyar los intereses rusos a largo plazo.
Así, las implicaciones para la industria de defensa del nombramiento de Belousov como ministro son dobles. En el corto plazo, es probable que Rusia continúe importando componentes críticos para su maquinaria de guerra, mientras que el Kremlin posicionará su industria de defensa nacional para una guerra de desgaste que Moscú cree que puede ganar. A largo plazo, Belousov probablemente intentará reducir la dependencia rusa de China, enfocándose en desarrollar una industria de defensa autosuficiente y robusta.
Bajo la dirección de Belousov, la industria de defensa rusa puede anticipar una integración más estrecha con la visión del Ministerio de Defensa para las futuras fuerzas armadas del país. El gobierno ruso ha aumentado su presupuesto de defensa del 3,9 % del PIB en 2023 al 6 % en 2024, pasando de 4,6 a 10,3 billones de rublos (112 mil millones de dólares). Sin embargo, la eficacia del enfoque de Belousov hacia la economía de defensa aún está por demostrarse, ya que la planificación central no siempre ha producido los resultados deseados. Aun así, Estados Unidos y sus aliados deben prepararse para un conflicto prolongado en Ucrania, dado que Rusia muestra pocas señales de retroceder.
En contraste, la inconsistencia y la ocasional falta de confiabilidad en la asistencia de seguridad de Estados Unidos y sus aliados significan que Ucrania tendrá dificultades para contrarrestar lo que se está convirtiendo en un esfuerzo total del gobierno por parte de Moscú. La estrategia de Estados Unidos y sus aliados respecto a Ucrania requiere coherencia industrial, coordinación multilateral y agilidad estratégica para responder a los cambios en el conflicto. Afortunadamente, para Kiev, tanto la Estrategia Industrial de Defensa Europea como la Estrategia Industrial de Defensa Nacional de Estados Unidos subrayan la necesidad de ampliar la capacidad de producción y la urgente necesidad de coordinación aliada. La implementación cuidadosa y consistente de ambas estrategias será esencial para contrarrestar la economía de guerra a gran escala que Belousov trabajará para construir.
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