Las autoridades de Rusia detuvieron al teniente general Vadim Shamarin, bajo cargos de sobornos a gran escala, según informaron medios estatales rusos el jueves. Este arresto se suma al de otros oficiales de alto rango de las Fuerzas Armadas y coincide con una amplia reorganización, incluido un cambio en el Ministerio de Defensa, que lleva adelante Vladimir Putin en el inicio de su quinto mandato.
En este sentido, el Comité de Investigación de Rusia reveló que Shamarin está acusado de aceptar 36 millones de rublos de los ejecutivos de una planta de fabricación de teléfonos para “patrocinio general” y garantizar mayores suministros de productos a través de contratos del Ministerio de Defensa.
Este movimiento se enmarca dentro de una ola de detenciones que también incluye al teniente general Yury Kuznetsov, al mayor general Ivan Popov, un alto funcionario de adquisiciones del Ministerio de Defensa identificado como Vladimir Verteletsky, y al viceministro de Defensa, Timur Ivanov.
Además, se produce tras la mayor reorganización en el liderazgo militar desde el inicio de la invasión de Ucrania: la destitución del ministro de Defensa Sergei Shoigu (trasladado a jefe del consejo de seguridad nacional) y la designación de Andrei Belousov.
¿Una “purga” interna?
Los arrestos suscitaron preguntas sobre la verdadera motivación detrás de estas acciones. Analistas sugieren que Putin podría estar intentando eliminar la corrupción desenfrenada en el Ministerio de Defensa o que podría tratarse de una lucha territorial entre las fuerzas armadas y los servicios de seguridad.
El editor de la BBC en Rusia, Steve Rosenberg, expresó en su cuenta de X: “Cuando un alto funcionario de defensa en Rusia es arrestado, eso es interesante. Cuando cuatro altos funcionarios de defensa son arrestados en menos de un mes, eso es más que un patrón … comienza a parecer como una purga“.
A pesar de todas las apariencias, desde el Gobierno ruso siguen negando que se esté llevando a cabo una “purga”, sino más bien una campaña seria para erradicar la corrupción. El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, declaró a RIA recientemente: “La lucha contra la corrupción es un esfuerzo continuo. No es una campaña. Es, de hecho, una parte integral de las actividades de nuestras fuerzas del orden“.
¿Por qué ahora?
La guerra en Ucrania elevó significativamente el presupuesto de defensa ruso y esto exacerbó las oportunidades de corrupción. Es por ello que, según Richard Connolly, del Royal United Services Institute, la creciente inversión en defensa debe ser administrada de manera más eficiente.
Connolly sugirió que también es posible que Andrei Belousov, el nuevo ministro de Defensa, esté expulsando a los asociados de su predecesor y enviando el mensaje de que “las cosas se van a hacer de manera diferente”. En este contexto, es probable que se produzcan más detenciones en el futuro mientras las autoridades buscan controlar la corrupción generalizada.
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