En los últimos días, Rusia ha logrado nuevos avances sobre la ciudad de Járkov y la región, obligando a Ucrania a desviar sus tropas. Y es que tras meses de avances (lentos o no) y de saltos tecnológicos, Moscú ha logrado objetivos significativos en su guerra con Ucrania, motivo por el cual la administración Biden está cada vez más preocupada. Estados Unidos teme que Putin esté cobrando impulso suficiente para cambiar la trayectoria de la guerra.
Múltiples funcionarios estadounidenses se mostraron confiados al afirmar que los avances rusos pueden llegar a ser reversibles una vez que lleguen las nuevas armas y que Zelensky logre aumentar sus filas en el frente de la guerra. Pero tampoco se atreven a hacer predicciones, ya que Rusia se encuentra reemplazando su armamento destruido en los primeros 27 meses de la guerra y permite al país recuperar terreno poco a poco.
Por otro lado, a muchos otros funcionarios estadounidenses cercanos a Biden no les sorprenden este giro de los acontecimientos. La realidad es que son múltiples los factores que contribuyen al avance militar ruso, como el retraso en la financiación estadounidense, la falta de munición de defensa antiaérea (lo que ha permitido a Rusia utilizar su poder aéreo con mayor impunidad), el retraso de los suministros estadounidenses, etcétera.
Asimismo, Ucrania cuenta con una gran escasez de soldados al frente de la batalla, y es cada vez más difícil que jóvenes se unan al ejército en su guerra con Rusia. En consonancia, otro elemento fundamental que explica el avance de Rusia (y la preocupación estadounidense) es que gran parte de la artillería y los drones proporcionados por Estados Unidos y la OTAN a Ucrania han sido abatidos por las técnicas rusas de guerra electrónica. Esto último demuestra cómo Rusia ha sabido adaptarse al entorno de la guerra y mejorar sus capacidad en base a las tecnologías del adversario ya conocidas.
Desde ya, Estados Unidos asegura que las ventajas en el campo de batalla por parte de Putin son efímeras, aunque la realidad es que el curso de la guerra puede cambiar en cualquier momento. Desde ya, el conflicto no es el mismo que hace 18 meses.
Por lo pronto, dentro de la administración Biden crece la sensación de que los próximos meses podrían ser críticos. Las dos partes podrían llegar finalmente a un alto el fuego negociado o simplemente a un conflicto congelado.
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