La terminal portuaria y la planta de licuefacción que la petrolera estudia junto a Petronas podrían quedarse en el Golfo San Matías, ubicado en la provincia de Río Negro.
Duelo de intereses
Río Negro, gobernada por Alberto Weretilneck, se encuentra negociando para que el puerto y el complejo de gas natural licuado (GNL) esté en el Golfo San Matías. De este modo le quitaría a Buenos Aires, administrada por Axel Kicillof, una de las mayores inversiones previstas del sector energético.
La gestión anterior de Neuquén, a cargo de Omar Gutiérrez, ya había respaldado la opción del puerto y planta en el Golfo San Matías. Ahora, Weretilneck, en los primeros meses de su tercer mandato, recibió la señal de Horacio Marín, presidente y CEO de YPF, y de su par neuquino, Rolando Figueroa, para llevar adelante el proyecto.
Esto pone en serios aprietos al gobernador de Buenos Aires, Axel Kicillof, ya que el territorio bonaerense tiene un vínculo estrecho con Vaca Muerta y la industria hidrocarburífera argentina en general, gracias a la refinería de YPF en Ensenada y el polo petroquímico en Bahía Blanca.
De hecho, Kicillof indicó en reiteradas ocasiones que podría afiliarse como el onceavo distrito dentro de la Organización Federal de Estados Productores de Hidrocarburos (Ofephi).
Acuerdo YPF-Petronas
El acuerdo firmado entre ambas empresas busca analizar el mejor lugar para instalar una planta de licuefacción (que convierte el gas al estado líquido llevándolo a baja temperatura) y un puerto que reciba barcos de GNL.
El GNL es empleado como combustible para generar energía térmica, siendo durante años un dolor de cabeza para las cuentas argentinas cuando la demanda es mayor y tiene que importar, mientras espera la culminación de más gasoductos para cumplir con las necesidades locales.
Antecedentes del proyecto en Río Negro
Durante el gobierno de Alberto Fernández, el Ministro de Economía de aquel entonces, Sergio Massa, impulsó un proyecto de ley para la promoción de inversiones en GNL. En el marco de dicho proyecto, se contemplaba un régimen para el hidrógeno, que la empresa australiana Fortescue aún espera desembolsar en el megaproyecto de Río Negro.
De esta manera, territorio rionegrino se convierte en un escenario de disputa de la nueva política energética y la tensa relación entre la Casa Rosada y las provincias.
Cabe destacar que actualmente YPF está trabajando en un megaoleoducto que conectará su producción en Vaca Muerta con un puerto en Punta Colorada con exclusividad para la exportación que fue bautizado como Vaca Muerta Sur Oil.
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Fuente: El Patagónico
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