El Comando Conjunto de Operaciones Especiales de las Fuerzas Armadas Argentinas se encuentra en el día de hoy dando cierre a un ejercicio multidominio que tuvo como marco diversas localizaciones de la Patagonia. El mismo comenzó con su fase preliminar el pasado 20 de abril, y contó con la participación de personal y medios del Ejército Argentino, Armada Argentina y de la Fuerza Aérea Argentina, siendo un objetivo principal mejorar la coordinación y accionar conjunto entre las fuerzas.
El ejercicio se desarrolló a lo largo de un terreno de aproximadamente 162 km2, el cuál comprende la zona delineada por el Aeropuerto Puerto Santa Cruz, el Puerto de Punta Quilla y Piedra Buena. En términos generales, la actividad conjunto tuvo como premisa la ocupación de una fuerza enemiga de las dos primeras locaciones, siendo necesario el despliegue de la Fuerza de Tarea Conjunta de Operaciones Especiales Multidominio en la Patagonia para llevar a cabo la recuperación secuencial de las mismas y mantenerlas operativas hasta que fuere factible su relevo por Fuerzas de Despliegue Rápido o Fuerzas de Respuesta Principal; este debería darse el día 3 de mayo, culminando la actividad.
Para llevar a cabo esta tarea el ejercicio se dividió en cuatro fases: preliminar, de infiltración, ejecución y de acción en el objetivo. Puntualmente, la misión ejecutada consistió en llevar a cabo la infiltración aerotransportada de y miembros del Grupo de Operaciones Especiales (GOE) de la FAA en una zona previamente explorada por una fuerza de avanzada, que junto al desembarco de tropas realizado desde el componente naval apostado en las cercanías del Puerto Punta Quilla, debían comenzar una secuencia de recuperación de los objetivos estratégicos antes mencionados. En este punto del ejercicio, las embarcaciones de la Armada Argentina realizarían fuego de cobertura, sumándose a ellas los ataques con medios aéreos y municiones merodeadoras a fin de saturar la capacidad de respuesta enemiga. Una vez lograda la toma del objetivo, las tropas debían mantener su control y operatividad hasta que se realizara su extracción y relevo posterior.
Como se ha mencionado, el ejercicio requirió de la participación de diversos medios y personal de las Fuerzas Armadas, lo que lleva a que se haya utilizado una compleja red de recursos y un amplio número de efectivos. Por parte de la Armada Argentina, participaron la corbeta MEKO 140 ARA Robinson y patrullero oceánico ARA Storni, junto a un helicóptero Fennec desplegado desde una de las embarcaciones. En cuanto a la Fuerza Aérea Argentina, se desplegaron cazabombarderos A-4AR Fightinghawk y entrenadores avanzados IA-63 Pampa III, mientras que también fueron desplegados aviones de transporte Hércules C-130H y DHC-6 Twin Otter para realizar la infiltración aerotransportada de tropas de operaciones especiales.
Finalmente, el Ejército Argentino movilizó a su Comando de Aviación mediante el despliegue de helicópteros Bell UH-1H y aeronaves Cessna Grand Caravan, a lo que se sumó el uso de sistemas antiaéreos RBS-70NG y municiones merodeadoras HERO-30. Estas últimas, de reciente incorporación, pueden emplearse tanto en funciones de vigilancia y reconocimiento, como también en la realización de ataques a posiciones enemigas pudiendo actuar de forma autónoma en su función de merodeo.
*Fotografías empleadas a modo de ilustración.
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