Funcionarios estadounidenses anunciaron el sábado que comenzarían a planificar la retirada de tropas de Níger, lo que se considera un revés para Washington y sus aliados en la región en términos de seguridad en el Sahel. La decisión surge mientras se busca un nuevo acuerdo militar.
El primer ministro de Níger, designado por la junta militar gobernante, Ali Lamine Zeine, y el subsecretario de Estado estadounidense, Kurt Campbell, acordaron iniciar la planificación de la retirada de las tropas estadounidenses, según informó el Departamento de Estado estadounidense a The Associated Press en un correo electrónico el sábado. Aunque no se ha establecido un cronograma para la retirada, las discusiones sobre los próximos pasos comenzarán en los próximos días. Una delegación estadounidense se enviará pronto para coordinar los detalles del proceso de retirada.
Níger ha sido fundamental en las operaciones militares estadounidenses en el Sahel, una región en la frontera del desierto del Sahara, donde Washington está preocupado por la expansión de la violencia yihadista. El país alberga una importante base aérea estadounidense utilizada para operaciones de vigilancia y otras actividades. Desde 2013, Estados Unidos ha invertido significativamente en el entrenamiento del ejército nigerino.
El primer paso hacia una desconexión total entre Níger y Occidente
Sin embargo, las relaciones entre Níger y los países occidentales se han deteriorado desde el derrocamiento del presidente democráticamente elegido en julio. La junta de Níger ha ordenado la salida de las fuerzas francesas y ha buscado seguridad en Rusia, que ha enviado entrenadores militares y equipo al país. Aunque Estados Unidos intentó revisar un acuerdo militar con Níger para mantener su presencia, el acuerdo alcanzado entre Zeine y Campbell indica que este esfuerzo no tuvo éxito.
La junta de Níger ha expresado su deseo de que no haya fuerzas extranjeras en el país, incluidas las estadounidenses. La presencia de Rusia se justifica como parte de un programa de entrenamiento para las fuerzas nigerinas. Sin embargo, Estados Unidos ha expresado preocupaciones sobre las decisiones de la junta, especialmente en relación con la presencia de tropas rusas y estadounidenses.
La pérdida de acceso a las bases aéreas en Níger es un revés significativo para Estados Unidos y sus aliados en la región debido a su importancia estratégica para las operaciones de seguridad en el Sahel. A largo plazo, esto podría afectar el financiamiento para el desarrollo y la ayuda humanitaria en Níger. Aunque, a pesar de la retirada de las tropas estadounidenses, ambas naciones continuarán colaborando en áreas de interés mutuo.
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