¿Y después del F-16 qué?

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Ministerio de Defensa

No puede haber ninguna de que todos disfrutamos del capitulo final (de la ultima temporada) de la novela del F-16 para la Fuerza Aérea Argentina. Militares, entusiastas, académicos, civiles que se desayunaron hace muy poquito que existen Fuerzas Armadas, funcionarios públicos en actividad, así como también funcionarios de la anterior gestión celebraron la rúbrica entre los ministros de defensa de la Argentina y Dinamarca que oxigena, no ya a la propia Fuerza Aérea, sino a todo un Instrumento Militar que se venia acostumbrando a la compra parche y no a una incorporación planificada, en cantidades y contemplada de manera sistémica.

Es verdad que desde hace unas semanas también pulularon en distintos medios (masivos y de trincheras) algunos ex funcionarios críticos de la flamante adquisición. El menjunje de datos pseudo-técnicos mezclados con ideología e ignorancia los ha dejado completamente en offside con la comunidad que sigue día a día los asuntos de Defensa Nacional. ¿Porque? Porque básicamente ignoraron por completo que la gestión para la adquisición de esta capacidad, que decantó finalmente en el F-16 danés, comenzó y transito buena parte de su analisis durante la gestión de gobierno en la cual estos ex funcionarios devenidos en comunicadores tuvieron un cargo importante. La opción F-16, aviones a los que ahora llaman chatarra con una ignorancia importante, fue la finalista junto a los FC-1 de origen chino, y sobre ambas, la propia Fuerza Aérea Argentina, liderada entonces por el actual Jefe de Estado Mayor Conjunto, realizó un analisis en profundidad. Las carpetas quedaron luego en manos de la anterior gestión, la cual, como sabrá el lector, nunca avanzaron. Un dato: se habló en extremo sobre un posible offset por parte de la propuesta china, sin embargo, de eso no hubo nada concreto y avanzado. La opción sensata y completa fue lógica y sensata: el F-16.

Se ha hablado de chatarra, de poca vida útil, de que vienen sin armamento y de que con un click desde el hemisferio norte los aviones dejan de operar. No entendieron nada y poco conocen lo instrumental del ámbito militar. Y tengamos en cuenta que lo instrumental es la base de la defensa.

El flamante sistema F-16 adquirido por la Republica Argentina para su Fuerza Aérea son aeronaves con estándares OTAN y con las suficientes horas remanentes para que la institución avance de una buena vez y de manera solida en operar aeronaves de IV generación, fomentando que los futuros pilotos argentinos se desarrollen en cazas modernos y de alta performance, además de que sus técnicos mantengan sistemas electrónicos y aeronáuticos en línea a lo que sucede con las Fuerzas Aéreas mas desarrolladas del mundo. Ni hablamos del salto disuasivo y efectivo del material letal que vendrá en los mas de setenta contenedores de EE.UU.

No es chatarra, no es descarte, no es un sistema inerte, ni es una compra por mera macro-política.

Pero ahora, si, con la decisión tomada y formalizada (y felicitada por quien quiere lo mejor para el Instrumento Militar de la Nación), nos podemos tomar un segundo para pensar en lo que sigue: Los F-16 no solucionan completamente los problemas de la Defensa Nacional. El problema no se extingue en un contrato firmado. Si queremos avanzar en solucionar problemas en torno a nuestras Fuerzas Armadas (que conforman un sistema) van a precisar de un FONDEF que funcione realmente y que no sea un frasco abierto de donde se sacan los ahorros de manera constante para pagar nimiedades. Sin un FONDEF reglamentado y constante, la incorporación del F-16 podrá sufrir la misma suerte que otros sistemas adquiridos en el pasado que nunca se consolidaron como sistema.

Por otro lado, la Fuerza Aérea con mayor aire para desarrollar sus funciones primarias, tampoco agotan las necesidades de la Defensa Nacional: sin control en tierra (y en el mar) no hay seguridad ni victoria. Como mencionamos, los F-16 ayudarán a mejorar la solidez de nuestro sistema de defensa nacional cuando se contemplen dentro de un sistema, donde los medios del Ejército Argentino y la Armada Argentina se configuren también como actores esenciales de una modernización de equipamiento.

La Fuerza Aérea Argentina ahora puede constituir una brigada moderna y entera, proceso que se irá dando en pocos años con la recepción de las 24 aeronaves (y quien dice que en el futuro no vengan algunas más). Ahora es necesario dar pasos similares en las otras fuerzas.

Si hablamos de pasos similares estamos hablando de que finalmente el Ejército Argentino cuente con una brigada mecanizada completa con sistemas del tipo VCBR y con helicópteros utilitarios más modernos. Significa que la Armada pueda pensar en sus divisiones navales con una familia de embarcaciones también modernas.

El F-16 ha sido un paso superador importantísimo luego de décadas de adquisiciones o incorporaciones muy limitadas. Es importante ahora que se mantenga la tendencia de mejora (visiblemente apoyada por la propia sociedad) y que esto también decante en las otras instituciones hermanas.

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Equipo de redacción de El Estratégico

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