La cada vez más recurrente aparición de los drones furtivos iraníes – y sus imitadores – en los campos de batalla de Ucrania hasta Sudán, genera preocupaciones sobre la creciente inestabilidad militar a nivel global. Además, posiciona a Irán como un actor destacado en el ámbito de la guerra con drones.
Durante los últimos 40 años, Irán puso sus esfuerzos en especializarse en la producción de drones de baja tecnología debido a las sanciones occidentales que lo han obligado a innovar y encontrar formas de fabricar armamento propio.
Esto impulsó de manera creciente el uso de tecnología iraní a nivel global. Esta semana Bloomberg informó que al menos seis países habían aumentado la producción de drones iraníes en los últimos dos años, elevando el número total de países que producen drones con la ayuda de Irán a al menos una docena.
Cada vez más frecuentes en los campos de batalla ucranianos
En este contexto, Rusia aumentó su dependencia de la tecnología iraní para fabricar drones en el contexto de la guerra en Ucrania. Y aunque Irán niega vender drones a Rusia, documentos y numerosos informes sugieren lo contrario. Business Insider informó, por ejemplo, que el dron Shahed-136 causó estragos en Ucrania, afectando negativamente a las defensas aéreas de dicho país.
Los drones Shahed-136 de Irán aparecen con frecuencia en los campos de batalla ucranianos, a pesar de estar compuestos casi en su totalidad por piezas estadounidenses y europeas. Bloomberg señala que esto pone de relieve la facilidad que tiene Irán para eludir las sanciones occidentales y comprar piezas electrónicas de proveedores asiáticos y empresas fachada.
La influencia iraní se extiende hasta Venezuela
Mientras tanto, Irán se beneficia económicamente con dinero extranjero gracias a su tecnología y experiencia en drones, utilizando principalmente modelos de aviones con motores de cortadoras de césped y componentes fabricados en industrias estadounidenses.
Y tanto Estados Unidos como Israel (dos de los ejércitos más poderosos del mundo) están enfrentando dificultades para defenderse contra los drones furtivos iraníes que – según se informó – eluden las defensas occidentales siguiendo a los drones estadounidenses. Un claro ejemplo fue la explosión en enero de un dron iraní en la base militar estadounidense en Jordania.
Lo cierto es que el alcance de la influencia iraní va más allá de Rusia. Grupos como los hutíes, respaldados por Irán, lograron restringir el comercio en el Mar Rojo perpetrando ataques con drones contra buques de carga. Además, diversos medios revelaron que países como Etiopía, Tayikistán, Argelia y Venezuela establecieron relaciones con Irán para adquirir tecnología y experiencia en drones.
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Fuente: Business Insider
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