Álvaro Uribe, expresidente de Colombia entre 2002 y 2010, es llamado a juicio por la Fiscalía para responder por las acusaciones de fraude procesal y soborno a testigos en un caso que inició en 2018. La actual fiscal, Luz Adriana Camargo, anunció que esta decisión se basa en nuevas pruebas, incluyendo declaraciones de testigos claves.
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El caso tiene su origen en el año 2014, cuando el senador de izquierda, Iván Cepeda, señaló vínculos entre Uribe y paramilitares. Como respuesta, Uribe acusó a Cepeda de manipulación de testigos, pero un giro inesperado en 2018, la Corte Suprema revierte el caso y abre una investigación contra el exfuncionario colombiano, acusándolo de intentar conseguir falsos testigos.
Finalmente en 2020, cuando la Corte encontró más elementos para detener a Uribe en prisión domiciliaria, este último decidió renunciar al puesto que ocupaba como senador y así su caso pasó a la Fiscalía. Con este nuevo contexto, la Corte Suprema no continuó investigándolo.
Según revelaron medios nacionales, fue durante ese tiempo que Francisco Barbosa – amigo cercano del expresidente Iván Duque y quien estaba al mando de la Fiscalía – pidió dos veces cerrar el caso. Sin embargo, los jueces lo rechazaron, señalando que no debía cerrarse el caso ya que la Fiscalía no demostraba que hubiera hecho todo a su alcance para aclarar si había suficiente evidencia relevante para llevar al expresidente a juicio.
Ahora, con la llegada de la fiscal Camargo, el proceso judicial contra Uribe cambio de rumbo. El exmandatario colombiano deberá defenderse de las acusaciones en los tribunales.
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Fuente: El País